Los bebés no nacidos cuyas madres son fumadoras, hacen más gestos y movimientos faciales que los de madres no fumadoras, y sus movimientos corporales son más lentos, aseguran científicos ingleses.
Los investigadores de las universidades de Durham y Lancaster dijeron que los hallazgos de su estudio piloto con ecografías 4D -en bebés entre la semana 24 y 36 de gestación- añaden peso a la evidencia existente de que fumar es perjudicial para el feto, y que los daños se desarrollan mientras están en el útero. Ellos consideran que se justifica una investigación adicional.
Después de mirar la imagen de arriba, tal vez muchas embarazadas dejen de fumar. Al observar las ecografías, se ven más gestos y menos movilidad en los bebés de madres que fuman. Los investigadores creen que razón podría ser que el sistema nervioso central fetal, que controla los movimientos en general, no se desarrolló a la misma velocidad y de la misma manera que en los fetos de las madres que no fumaron durante el embarazo.
Hay otros daños confirmados de fumar durante la gestación, como el efecto nocivo en el corazón del bebé. Además, estudios previos hallaron un retraso en la capacidad de procesamiento del habla, añadieron los investigadores.
"Nuestros resultados coinciden con otros en que el estrés y la depresión tienen un impacto significativo en los movimientos fetales, y necesitan ser controlados, pero la exposición a la nicotina en sí tiene un efecto sobre el desarrollo fetal por encima de los efectos del estrés y la depresión", dijo Nadja Reissland, del Departamento de Psicología de la Universidad de Durham, líder del estudio.
"La tecnología nos muestra ahora lo que antes estaba oculto, revelando cómo el fumar afecta el desarrollo del feto en formas que no nos damos cuenta. Esta es una prueba más de los efectos negativos del consumo de tabaco en el embarazo" agregó el co-autor, Brian Francis, de la Universidad de Lancaster, en Inglaterra.