¿Debemos preocuparnos por un dolor de cabeza?

Casi todos hemos tenido un dolor de cabeza, no en vano están entre los trastornos más comunes del sistema nervioso: casi la mitad de la población mundial los ha experimentado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El dolor de cabeza más común es que ocurre por tensión (lo sufren tres de cada cuatro adultos) y puede ser causado por estrés, cansancio y problemas musculares en el cuello o mandíbula. En la mayoría de los casos, son de gravedad leve a moderada y se alivia con un analgésico de venta libre o un breve descanso.

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El Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos y Derrame Cerebral (NINDS, por su sigla en inglés) cuenta entre los tipos de dolores comunes la migraña, que es menos frecuente pero más fuerte que los dolores por tensión. Y están los dolores de cabeza en racimo, muchos menos frecuentes, pero sí muy severos: se llaman así porque aparece en en grupos, es decir, pueden ocurrir: de uno a ocho dolores de cabeza por día.

Pero si tu dolor de cabeza es muy severo, recurrente o inusual, es posible que sea síntoma de una afección seria. Por ejemplo, un informe de la Escuela de Medicina de Harvard explica que un derrame cerebral o un coágulo de sangre se pueden manifestar con un dolor de cabeza fuerte.

Algunos tumores cerebrales no dan señales hasta que ya son bastante grandes. Otros provocan síntomas que se manifiestan lentamente y el dolor de cabeza puede ser uno de esos síntomas.

No te alarmes: un dolor de cabeza severo no siempre quiere decir que tienes un derrame, un coágulo o un tumor, sin embargo, es importante que sepas cuándo puede que necesites atención de urgencia. Debes preocuparte si el dolor aparece por primera vez después de los 50 años, hay un cambio importante en el patrón de tus dolores, es un dolor inusualmente severo, aumenta cuando toses o te mueves o se siente peor con el paso del tiempo.

Dice el informe de Harvard que también es motivo de preocupación si junto al dolor de cabeza hay cambios en la personalidad, fiebre, rigidez en el cuello, confusión, disminución del estado de alerta o de la memoria. O si se presentan síntomas neurológicos: trastornos visuales, dificultad para hablar, debilidad, entumecimiento o convulsiones.

Otras señales de que tal vez sea necesario ir al médico o a la sala de urgencias son que uno o ambos ojos estén enrojecidos y duelan, que el dolor se presente tras un golpe en la cabeza, que aparezca repentinamente, especialmente si te despiertan o si sientes que es el dolor de cabeza más fuerte que has tenido en tu vida e interfiere con tus actividades diarias.

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