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La piel de tu cuerpo también necesita humectación

Sin embargo, el clima adverso,  una dieta inadecuada, la edad y otros factores la pueden llegar a perjudicar y es necesario entonces reforzar la humectación con productos que ayuden a mejorar notablemente su apariencia.

Para empezar

La piel seca de nuestro cuerpo suele tener un aspecto cuarteado o con leves grietas, se siente tirante y ocasiona algunas molestias. Hay zonas como las pantorrillas que son más propensas a deteriorarse ya que están más expuestas a agentes externos como el sol y el viento. Las manos también se ven muy afectadas, no sólo por la acción del clima sin porque están más en contacto con los productos abrasivos que se utilizan en las tareas cotidianas. A medida que vamos creciendo, la piel pierde su lozanía original y requiere reforzar los cuidados para devolverle o mantener la textura impecable de la juventud.

Puntos clave

  • Las pantorrillas y las manos son de las partes del cuerpo que más sequedad suelen presentar.
  • Las cremas espesas y muy emolientes son ideales las pieles más secas o clima muy frío o árido.
  • Antes de la humectación adecuada, conviene remover el exceso de células muertas con una ducha de agua caliente y una esponja vegetal .

En todos estos casos es necesario preparar la piel para recibir la humectación adecuada, por eso previamente conviene remover el exceso de células muertas. El mejor momento es durante la ducha, ya que el calor del agua dilata los poros y favorece la exfoliación, que se debe realizar con ayuda de una esponja vegetal o un guante áspero especialmente diseñado para tal fin. Para que la piel esté limpia y saludable se recomienda realizar este tratamiento casero al menos una vez a la semana, y entonces sí la piel ya está lista para recibir una buena dosis de crema humectante, que se debe elegir según cada tipo de piel.

Cómo elegir

Las cremas humectantes vienen en tres tipos principales de presentación:

  • Cremas espesas y muy emolientes: para las pieles más secas o clima muy frío o árido. Son especiales para la zona de las piernas y se deben evitar en la cara.
  • Lociones o gel: para las pieles más grasas o clima muy húmedo, ya que se absorbe rápidamente y no se pegotea la ropa. Hay que evitar colocarlos en zonas con acné como pecho y espalda.
  • Bálsamos grasos: especiales para zonas rugosas o más resistentes como codos, rodillas o talones. Tienen una mayor concentración oleosa gracias al agregado de manteca de coco o cacao.

Consejos útiles

  • No es necesario comprar el producto más caro sino el que más se ajuste a cada necesidad.
  • La clave para evitar la sequedad de la piel es mantenerla humectada y tomar mucho líquido.
  • Las personas con piel muy sensible deben evitar el uso de cremas que contengan fragancias porque les pueden provocar irritación o alergia.
  • En el caso de tener una piel grasa, no hay que exagerar en el uso de la crema humectante.

Una ayuda de la Naturaleza

Para quienes adoran preparar sus propios productos de belleza, hay recetas naturales que contribuyen a tener la piel suave y sana. Los aceites de sésamo y de almendras son un buen aliado y se pueden agregar a la crema humectante de uso habitual. Los aceites de rosa y de limón también son excelentes para la piel y además tienen un exquisito perfume.