Variantes invernales de COVID, ¿debemos preocuparnos?

Es cierto que todos quisiéramos dejar la pandemia atrás. No pensar más en este virus maldito que mató a millones, enfermó y sigue enfermando a otros tantos y que arrasó con la realidad del mundo, las vidas, los hábitos de trabajo y las relaciones humanas en poco más de dos años.

Pero, una mala noticia, el coronavirus que causa COVID-19 llegó para quedarse, sigue circulando y sigue mutando: científicos ya han detectado nuevas variantes y dicen que se avecina un invierno difícil.

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Puntos clave

  • Para el invierno, es esencial que más personas tengan los nuevos refuerzos.
  • Si esto no ocurre, se podrían perder hasta 75,000 vidas.
  • Oficiales de salud deberían reactivar campañas y alertas.

Los expertos aseguran que hay evidencia médica de que el hemisferio norte verá un surgimiento de casos de COVID-19 durante el otoño y el invierno, con variantes potencialmente más contagiosas.

La encuesta semanal de COVID en el Reino Unido, que se utiliza como un pronóstico sobre lo que podría pasar en este lado del océano, ha estado documentando un aumento de infecciones en las últimas dos semanas.

Varios factores entran en juego a la hora de predecir una nueva ola de COVID-19, y estas variantes se analizan dentro y fuera de los laboratorios:

  • Investigadores ya están detectando nuevas variantes, primas hermanas de ómicron, como BQ.1, con mutaciones que pueden escabullirse entre la barrera inmunitaria.
  • Las nuevas cepas que los científicos están estudiando tienen mutaciones de las proteínas picos capaces de neutralizar a los anticuerpos.
  • La circulación del virus se facilita ahora que la mayoría de las personas han vuelto a sus actividades normales, incluso las colectivas.
  • Y, durante los meses de frío, hay más concentraciones de personas en interiores.
  • La mayoría de los espacios sociales, y otros, ya no exigen el uso de máscaras.
  • Si bien las campañas de inmunización acorralaron a las primeras cepas, la tasa de vacunación es más baja para los refuerzos. 
  • Además, naturalmente, la inmunización producto de la vacunación baja con el tiempo.

Pero, no olvidar, la vacunación sigue siendo la mejor forma de acorralar al virus, se notó durante la ola de infecciones luego de ómicron, que fueron leves comparadas con el ataque de la variante delta.

Además, siguen manteniendo alta su principal función: prevenir la enfermedad severa y la hospitalización por COVID. Especialmente en personas mayores o aquéllas con condiciones preexistentes.

A esto se suma el resurgimiento de otras afecciones respiratorias, la gripe entre ellas, que no tuvieron la fuerza habitual durante los dos años de pandemia.

Todos estos virus y pueden generar un cóctel sanitario peligroso.

Tercer invierno con COVID

Con la experiencia adquirida desde el comienzo de la pandemia, la lógica indicaría que las agencias de salud pública sabrían que hacer ante una nueva ola de COVID-19.

Sin embargo, no hay guías actualizadas de los organismos líderes como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), a pesar de que los números de vacunación son todavía muy bajos para el nuevo refuerzo bivalente.

También se han recortado fondos para la distribución de máscaras y pruebas gratuitas. El liderazgo político de Washington también parece haber establecido que "COVID ya no controla nuestras vidas"

Un mensaje muy distinto al de diciembre de 2021 en el que el presidente Joe Biden alertó que las personas no vacunadas podían enfrentar una forma grave de COVID y hasta la muerte ese invierno.

Un análisis independiente de The Commonwealth Fund pronosticó que se podrían perder hasta 75,000 vidas si no se llega a un nivel de inmunización alto con los refuerzos bivalentes.

La mejor preparación para este invierno, es estar vacunado. Ahora, todas las personas, de 6 meses en adelante, pueden vacunarse.

Vacunas contra COVID: por qué son esenciales

La vacunación sigue siendo la menor manera de "acorralar" al virus para que no siga infectando. Cuánto más gente vacunada hay, más posibilidades hay de que se forme una "inmunidad colectiva" o "de rebaño", una suerte de barrera de sistemas inmunes humanos que va debilitando al virus.

Las siguientes son poderosas respuestas a las dudas sobre la vacunación contra COVID, recopiladas de fuentes científicas confiables, que explican por qué vacunarse en cuanto sea posible es esencial. Y seguro.

1. ¿Qué beneficio tiene vacunarse contra COVID?

Las vacunas disponibles contra COVID protegen hasta un 95% de contraer el coronavirus y desarrollar COVID-19. 

La información existente hasta el momento, producto de las investigaciones científicas, muestran que si la persona se vacuna y de todas formas se infecta, la vacuna la protegerá de desarrollar una forma grave de la enfermedad, y de tener que ser internada..  

2. ¿Cómo actúa la vacuna contra COVID en el organismo?

El objetivo de la vacuna es enseñarle al sistema inmune a reconocer y combatir el virus que causa COVID-19. 

La vacuna contiene sustancias que actúan neutralizando la acción de una proteína que ayuda al coronavirus a infectar el cuerpo humano. Además, al inmunizarse, el cuerpo se queda con un suministro de linfocitos T y linfocitos B que recordarán cómo combatir a ese virus en el futuro.

3. ¿Cuánto tiempo tarda el organismo en quedar protegido contra COVID?

Por lo general, el cuerpo tarda al menos dos semanas en producir linfocitos T y linfocitos B después de la vacunación, para producir inmunidad. 

Por lo tanto, es posible que una persona se infecte con el virus que causa COVID-19 justo antes o justo después de la vacunación y luego se enferme porque la vacuna no tuvo suficiente tiempo para brindar protección.

Lo que se sabe por la experiencia con otras vacunas es que, si una persona vacunada se infecta, seguramente tendrá una forma leve de la enfermedad.

4. ¿Por qué se necesitan dos dosis iniciales de la vacuna contra COVID?

Todas las vacunas contra COVID (menos la de Johnson & Johnson) necesitan de dos dosis para desarrollar inmunidad.

El primer pinchazo comienza a construir la protección. Se necesita una segunda dosis unas semanas después para obtener la mayor protección que la vacuna puede ofrecer.

Esto no es algo exclusivo de la vacuna contra COVID-19. Muchas vacunas del calendario de vacunación habitual requieren de dos y hasta tres dosis para construir inmunidad a largo plazo, por ejemplo la vacuna DTaP contra la difteria, el tétanos y tos ferina, o la vacuna contra el neumococo. 

5. ¿Cuánto dura la inmunidad que genera la vacuna?

Desarrollar COVID-19 puede ofrecer cierta protección natural, conocida como inmunidad. La evidencia actual sugiere que la reinfección con el virus que causa COVID-19 es poco común en los 90 días posteriores a la infección inicial. 

Sin embargo, los expertos no saben con certeza cuánto tiempo dura esta protección, y el riesgo de enfermedad grave y muerte por COVID-19 supera con creces cualquier beneficio de la inmunidad natural. 

La vacuna contra COVID-19 ayuda a proteger al crear una respuesta de anticuerpos (sistema inmunológico) sin tener que experimentar una enfermedad.

Tanto la inmunidad natural como la inmunidad producida por una vacuna son partes importantes de COVID-19 sobre las que los expertos están aprendiendo más cada día.

Una de las cosas a dilucidar es si la vacuna contra COVID proveerá una inmunidad de largo plazo o terminará siendo estacional, como por ejemplo la vacuna contra la gripe o influenza.

6. ¿Por qué son importantes los refuerzos (boosters)?

Los CDC recomiendan que toda persona elegible reciba  dosis de refuerzo.

El coronavirus que causa COVID-19 es un virus nuevo, al que los científicos están siguiendo de cerca, investigando sus variantes y desarrollando respuestas terapéuticas y de inmunización. Una de las grandes preguntas es los cambios en la genética del virus hará que la vacuna contra COVID-19 sea estacional, como la de la gripe. Como estas son investigaciones en curso, a medida que va surgiendo nueva información se va decidiendo el curso de acción.

Hasta ahora, los estudios muestran que después de vacunarse contra COVID-19, la protección contra el virus puede disminuir con el tiempo y ser menos efectiva para proteger contra la variante delta.  La evidencia también muestra que entre los trabajadores de salud y otros trabajadores de primera línea, la efectividad de la vacuna va disminuyendo con el tiempo. Esta baja en la efectividad probablemente tiene que ver con la aparición de nuevas variantes, como delta y mu. 

Por eso, justamente, es importante el refuerzo de la vacuna: para "recordarle" al sistema inmune que hay un enemigo ante el cual tiene que reaccionar.

El refuerzo de esta temporada se conoce como bivalente, porque la vacuna está diseñada para combatir las variantes que están circulando ahora, especialmente BA.4 y BA.5, derivadas de la cepa ómicron.