Qué pasa después de vacunarse, recibir el refuerzo... y tener COVID

La variante ómicron ha generado una ola dramática de casos de COVID-19, muchos de ellos en personas vacunadas y con sus refuerzos. Esto ha permitido que la mayoría de los diagnósticos no generaran hospitalizaciones o complicaciones graves.

Ahora, ya recuperadas de la infección, estas miles de cientos de personas se están preguntando si ya pueden dejar COVID atrás y retomar su vida normal. ¿Están súper inmunizadas? Aquí, respuestas.

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Puntos clave

  • La inmunidad contra el sarampión o las paperas dura más de una vida. Con los coronavirus, es mucho más corta.
  • Los científicos creen que el coronavirus que causa COVID-19 podría volverse estacional.
  • La vacunación es la mejor forma de lograr inmunidad.

La inmunización contra patógenos que enferman se logra por dos vías: cuando ocurre una infección, que genera una inmunidad natural; y a través de la vacunación, por supuesto, cuando hay una vacuna disponible. 

(Vale la pena aclarar que los científicos aseguran que NUNCA hay que exponerse intencionalmente a un virus con la meta de infectarse para lograr la inmunización. Se ha visto en las noticias sobre personas que han hecho esto, sobre fiestas en donde las personas buscan contagiarse COVID a propósito. Es peligroso porque, aunque hay tendencias que indican que el ómicron genera una forma leve de la enfermedad, primero, no se sabe qué cepa se contraería y, segundo, tampoco se puede saber ciento por ciento cómo el virus impactará en un determinado organismo. Vacunarse es la vía más segura).

No todos los virus infectan ni actúan de la misma manera. Por eso, la respuesta que el cuerpo humano, y la ciencia con las vacunas, pueden generar también es diferente.

Por ejemplo, es posible que lleve más de 200 años (si se viviera ese tiempo) que un organismo elimine los anticuerpos que genera el sistema inmune luego de una infección con los virus de la polio o de las paperas, según revela un estudio publicado en New England Journal of Medicine.

Sin embargo, los anticuerpos contra la varicela perduran por unos 50 años, revela el mismo estudio.

Por eso, dos o tres dosis de las vacunas contra estos gérmenes desarrollan una inmunidad de largo plazo.

A diferencia de estos virus que generan anticuerpos de larga duración, los coronavirus como el de la gripe o el que causa COVID-19no generan una inmunidad de larga duración y pueden reinfectar muchas veces.

Para la influenza existe una vacuna que es estacional, esto significa que, para atacar las nuevas variantes del virus, los que fabrican la vacuna cambian su formulación cada año.

Para COVID-19, ya hay una larga lista de vacunas seguras y eficaces, pero la inmunidad que otorgan se debilita con el tiempo. Por eso, los científicos piensan que, a medida que la pandemia parece transitar a endemia (ver abajo), se necesitarán tal vez dosis anuales de la vacuna.

Las vacunas contra COVID-19 han demostrado prevenir formas graves de la infección, y un estudio comprobó que las personas no vacunadas tienen el doble de posibilidades de reinfectarse con el virus, y tener más problemas de salud, que los que lo están.

En síntesis, la respuesta al título de esta historia está por verse. Es probable que se pueda gradualmente volver a la "normalidad", aunque existe la posibilidad de que se necesita una vacuna estacional. Cómo toda situación que todavía está en curso, hay muchas preguntas que se irán respondiendo, de hecho la ciencia lo ha demostrado en estos dos años de pandemia: los avances para combatir a COVID han sido enormes.

Mientras tanto, quizás estamos viviendo en tiempo real el paso a la nueva etapa.

De pandemia a endemia

El 11 de enero de 2022, Marco Cavaleri, director del área de Amenazas Biológicas a la Salud y Estrategia de Vacunas de la European Medicines Agency (EMA), dijo durante una rueda virtual de prensa, algo que, de ocurrir, arrojaría luz sobre lo que sigue en esta pandemia.

Cavaleri dijo que la inmunidad natural conferida por la altamente infecciosa cepa ómicron puede estar acelerando el progreso de la pandemia hacia un estatus de endemia.

Estas son las diferencias entre epidemia, pandemia y endemia:

Endemia se refiere a la presencia constante y/o prevalencia habitual de una enfermedad o agente infeccioso en una población dentro de un área geográfica en particular. Enfermedades endémicas son, por el ejemplo, el Chagas en ciertas regiones de Sudamérica, o la malaria y la Ceguera del Río en ciertas zonas de  Africa.

Una epidemia es un aumento inesperado en el número de casos de una enfermedad específica, conocida o nueva, en un área en particular. Hoy en día no solo se considera epidemia a una enfermedad infecciosa. Por ejemplo, a la obesidad, que no es trasmisible, se la define como una epidemia moderna.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara una pandemia cuando una enfermedad crece a niveles exponenciales, abarcando nuevas áreas cada día. De hecho, la principal diferencia entre epidemia y pandemia no es la severidad de la enfermedad sino la tasa de propagación. La influenza de 1918 fue una pandemia, así como lo es obviamente COVID-19.

La ruta de COVID-19

Desde hace tiempo, los científicos se han estado preguntado si el coronavirus que causa COVID-19 seguiría una ruta similar a la influenza, que luego de la pandemia de 1918 se convirtió en un virus estacional, presente en la vida cotidiana de la humanidad, con picos y mutaciones cada temporada de invierno.

"Con el aumento de la inmunidad en la población, y con ómicron, habrá mucha inmunidad natural además de la vacunación, y avanzaremos rápidamente hacia un escenario que estará más cerca de la situación de endemia”, dijo Cavaleri.

Si este escenario se vuelve realidad, podría necesitarse no un cuarto refuerzo de la vacuna contra COVID, sino una vacuna contra el coronavirus que lo causa, quizás una vez al año.

Sin embargo, si este periplo ocurre, no significará que el virus deja de ser peligroso: de hecho esta pandemia ya se ha cobrado casi 6 millones de víctimas a nivel mundial. Y la gripe causa entre 300,000 y 500,000 muertes al año globalmente.

Los otros cuatro coronavirus que causan el resfriado común también son estacionales, aunque más inocuos.

Pero no hay virus 100% "inocentes", hacia donde se desarrolle la enfermedad, desde asintomática a grave, dependerá de muchos factores: la salud general de la persona, la calidad de su sistema inmunitario, la edad, las condiciones preexistentes y, algo crítico, si está o no vacunada. 

Los epidemiólogos dicen que a este punto de la propagación y mutación del coronavirus, pensar en erradicarlo es una tarea imposible

Sin embargo, la conducta de ómicron, la altamente contagiosa variante del coronavirus, puede estar indicando que el pico de contagios está comenzando a descender, lo que no significa que desaparecerá.

Por eso, esta buena noticia no significa que se deberá usar máscara o practicar el distanciamiento físico por siempre. Esto dependerá del nivel de inmunidad y vacunación.

Con los otros coronavirus que circulan desde hace siglos entre los seres humanos, las vacunas estacionales y la inmunidad colectiva permiten que la vida siga sin aislamientos. Por supuesto, como con otras enfermedades infecciosas, hay una responsabilidad social e individual para mantener a estos virus alejados de la palabra pandemia.

Es improbable, al menos en los Estados Unidos, que si la vacuna contra COVID-19 se vuelve estacional, pase a formar parte del calendario escolar de inmunización. Pero puede ser posible en otros países en donde se sigue al pie de la letra la palabra de la salud pública.

Por qué la vacuna es esencial

La vacunación sigue siendo la menor manera de "acorralar" al virus para que no siga infectando. Cuánto más gente vacunada hay, más posibilidades hay de que se forme una "inmunidad colectiva" o "de rebaño", una suerte de barrera de sistemas inmunes humanos que va debilitando al virus.

Las siguientes son 12 poderosas respuestas a las dudas sobre la vacunación contra COVID, recopiladas de fuentes científicas confiables, que explican por qué vacunarse en cuanto sea posible es esencial. Y seguro.

1. ¿Qué beneficio tiene vacunarse contra COVID?

Las vacunas disponibles contra COVID protegen hasta un 95% de contraer el coronavirus y desarrollar COVID-19. 

La información existente hasta el momento, producto de las investigaciones científicas, muestran que si la persona se vacuna y de todas formas se infecta, la vacuna la protegerá de desarrollar una forma grave de la enfermedad, y de tener que ser internada..  

2. ¿Cómo actúa la vacuna contra COVID en el organismo?

El objetivo de la vacuna es enseñarle al sistema inmune a reconocer y combatir el virus que causa COVID-19. 

La vacuna contiene sustancias que actúan neutralizando la acción de una proteína que ayuda al coronavirus a infectar el cuerpo humano. Además, al inmunizarse, el cuerpo se queda con un suministro de linfocitos T y linfocitos B que recordarán cómo combatir a ese virus en el futuro.

3. Las vacunas para COVID,  ¿contienen el virus vivo que causa la enfermedad? ¿Pueden darme COVID?

Ninguna de las vacunas, tanto las que ya se están aplicando como las que todavía están en experimentación, contienen formas vivas del coronavirus. Y tampoco pueden infectar con el coronavirus.

4. ¿Las vacunas contra COVID son todas iguales? Si quiero vacunarme, ¿cómo elegir cuál usar?

Actualmente, hay tres tipos principales de vacunas contra COVID-19. Son las siguientes:

Vacunas de ARNm. Estas vacunas contienen material del virus que causa COVID-19. Este material "enseña" a las células cómo producir una proteína inofensiva que es exclusiva del virus. Una vez que las células hacen copias de la proteína, destruyen el material genético de la vacuna. 

Si se entra en contacto con el virus, el organismo reconocerá que la proteína no debería estar allí y producirá linfocitos T y linfocitos B que recordarán cómo combatir al virus que causa COVID-19. Es decir, evitarán la infección

Vacunas con subunidades de proteínas. Estas vacunas contienen partes inofensivas (proteínas) del virus que causa COVID-19, pero no contienen todo el germen. 

Al vacunarse, el sistema inmunológico de una persona reconoce que las proteínas no pertenecen al cuerpo y comienza a producir linfocitos T y anticuerpos. Si en el futuro la persona se infecta, las células, que memorizaron esta proteína, la reconocerán y lucharán contra el virus.

Vacunas vectoriales. Estas vacunas contienen una versión debilitada de un virus vivo, diferente al que causa COVID-19, que tiene material genético del virus que causa COVID-19 insertado en él (esto se llama vector viral). 

Una vez que el vector viral está dentro de las células, el material genético "instruye" a las células para producir una proteína que es exclusiva del virus que causa COVID-19.

Usando estas instrucciones, las células hacen copias de la proteína. Esto impulsa al organismo a producir linfocitos T y linfocitos B que recordarán cómo combatir ese virus si la persona se infecta en el futuro.

El propio médico de atención primaria, o tu departamento de salud local, puede explicar más sobre las vacunas.

5. Estas vacunas, ¿pueden causar efectos secundarios?

Las vacunas sí pueden causar efectos secundarios como dolor en el brazo y algo de fiebre. Pero esto significa que de hecho han empezado a actuar en el organismo. Estos síntomas son normales y son una señal de que el cuerpo está desarrollando inmunidad.

Se han registrado unos pocos casos de reacciones alérgicas, en personas con historial médico de alergias o asma. Por eso, por ejemplo en los Estados Unidos, el procedimiento es vacunar a la persona y que ésta permanezca media hora en el sitio de vacunación para monitorear cualquier reacción inusual.

Pero, de nuevo, estos han sido unos pocos casos aislados. Y es común que se registren cuando la vacuna comienza a aplicarse a muchas más personas que las que participan de un ensayo clínico.

6. ¿Cuánto tiempo tarda el organismo en quedar protegido contra COVID?

Por lo general, el cuerpo tarda al menos dos semanas en producir linfocitos T y linfocitos B después de la vacunación, para producir inmunidad. 

Por lo tanto, es posible que una persona se infecte con el virus que causa COVID-19 justo antes o justo después de la vacunación y luego se enferme porque la vacuna no tuvo suficiente tiempo para brindar protección.

Lo que se sabe por la experiencia con otras vacunas es que, si una persona vacunada se infecta, seguramente tendrá una forma leve de la enfermedad.

7. ¿Por qué se necesitan dos dosis de la vacuna contra COVID?

Todas las vacunas contra COVID (menos la de Johnson & Johnson) necesitan de dos dosis para desarrollar inmunidad.

El primer pinchazo comienza a construir la protección. Se necesita una segunda dosis unas semanas después para obtener la mayor protección que la vacuna puede ofrecer.

Esto no es algo exclusivo de la vacuna contra COVID-19. Muchas vacunas del calendario de vacunación habitual requieren de dos y hasta tres dosis para construir inmunidad a largo plazo, por ejemplo la vacuna DTaP contra la difteria, el tétanos y tos ferina, o la vacuna contra el neumococo. 

8. ¿Cuánto dura la inmunidad que genera la vacuna?

Desarrollar COVID-19 puede ofrecer cierta protección natural, conocida como inmunidad. La evidencia actual sugiere que la reinfección con el virus que causa COVID-19 es poco común en los 90 días posteriores a la infección inicial. 

Sin embargo, los expertos no saben con certeza cuánto tiempo dura esta protección, y el riesgo de enfermedad grave y muerte por COVID-19 supera con creces cualquier beneficio de la inmunidad natural. 

La vacuna contra COVID-19 ayuda a proteger al crear una respuesta de anticuerpos (sistema inmunológico) sin tener que experimentar una enfermedad.

Tanto la inmunidad natural como la inmunidad producida por una vacuna son partes importantes de COVID-19 sobre las que los expertos están aprendiendo más cada día.

Una de las cosas a dilucidar es si la vacuna contra COVID proveerá una inmunidad de largo plazo o terminará siendo estacional, como por ejemplo la vacuna contra la gripe o influenza.

9. Si uso máscara, ¿por qué tengo que vacunarme?

El uso de máscaras y el distanciamiento físico ayudan a reducir la posibilidad de estar expuesto al virus o transmitirlo a otras personas, pero estas medidas no son suficientes. 

Las vacunas le enseñan al organismo a que el sistema inmunológico esté listo para combatir el virus si se está expuesto.

La combinación de vacunas y las medidas sanitarias básicas, usar máscara, respetar el distanciamiento y lavarse las manos, entre otras, seguirán ofreciendo protección contra COVID-19, mientras no se declare terminada la pandemia.

10. ¿Qué precauciones debo tener en cuenta antes y después de vacunarme?

Los especialistas indican que es importante dormir bien e hidratarse correctamente antes de vacunarse, para que el organismo reciba la dosis de la mejor manera.

Respecto al ejercicio, no existe evidencia suficiente para contraindicarlo rotundamente antes o después de recibir la vacuna, incluso si no sufres ningún efecto secundario no debería haber problema en que realices actividad física.

Sin embargo, la recomendación de los expertos es no hacer grandes esfuerzos físicos tanto antes como después de vacunarse (alrededor de 12 horas).

Tampoco se debe estimular una respuesta inmunitaria negativa, por ejemplo, mediante modificaciones corporales (como tatuajes o piercings), o consumiendo medicamentos sin receta.

11. ¿Debo darme la vacuna de refuerzo (booster)

Los CDC recomiendan que toda persona elegible reciba la dosis de refuerzo.

El coronavirus que causa COVID-19 es un virus nuevo, al que los científicos están siguiendo de cerca, investigando sus variantes y desarrollando respuestas terapéuticas y de inmunización. Una de las grandes preguntas es los cambios en la genética del virus hará que la vacuna contra COVID-19 sea estacional, como la de la gripe. Como estas son investigaciones en curso, a medida que va surgiendo nueva información se va decidiendo el curso de acción.

Hasta ahora, los estudios muestran que después de vacunarse contra COVID-19, la protección contra el virus puede disminuir con el tiempo y ser menos efectiva para proteger contra la variante delta.  La evidencia también muestra que entre los trabajadores de salud y otros trabajadores de primera línea, la efectividad de la vacuna va disminuyendo con el tiempo. Esta baja en la efectividad probablemente tiene que ver con la aparición de nuevas variantes, como delta y mu. 

Por eso, justamente, es importante el refuerzo de la vacuna: para "recordarle" al sistema inmune que hay un enemigo ante el cual tiene que reaccionar.

12. Por qué vacunarse es un deber social

Vacunarse es uno de los muchos pasos que se puede tomar para protegerse y proteger a los demás de COVID-19. Esta protección contra COVID-19 es de vital importancia porque para algunas personas sufren una enfermedad grave de COVID, o mueren.

La vacunación masiva genera inmunidad colectiva: la ecuación es simple, a mayor cantidad de personas vacunadas, mayor es la protección contra el virus.

La vacunación protege al vacunado, protege a otros, y logra que la circulación del virus se debilite, porque deja de encontrar organismos a los que infectar.