Cuando llegó al mundo la hija de Sushma y Basant el 18 de marzo, los flamantes padres se sintieron perplejos y sin saber qué hacer. Por un lado estaban complacidos con la bendición de Dios; por el otro, algo andaba mal y requería atención urgente. La beba nacida en un hospital de Madhya Pradesh en India Central, tenía el corazón fuera de su pecho.
El médico que asistió a la familia, el doctor G K Samad, determinó que la pequeña paciente necesitaba una operación urgente para colocar el corazón dentro del pecho. Como el hospital del distrito no contaba con equipamiento capaz de atender un caso tan complejo, fue derivada al hospital y escuela médica gubernamental, en Jabalpur.
La beba fue admitida en el Departamento de Cirugía Médica Pediatría Infantil y tratada por un equipo médico supervisado por el urólogo pediátrico, el doctor Vikesh Agarwal. Los cirujanos operaron a la bebé y los doctores se mostraron muy optimistas con los resultados.
El diagnóstico de la beba es conocido como ectopia cordis, que según lo define el British Medical Journal (BMJ por sus siglas en inglés) es un desplazamiento completo o parcial del corazón, hasta ubicarse fuera de la caja torácica.
La ectopia cordis se produce durante la tercera semana de gestación cuando se empieza a formar el esternón. Como consecuencia de algún defecto genético, el esternón en estos fetos no se fusiona, y el corazón se desarrolla fuera del pecho. Esta rara falla congénita se da en un 5,5 a 7,9 % de cada millón de nacimientos vivos.
El corazón expuesto se encuentra recubierto por piel y tejidos y solo en los casos más graves se halla totalmente expuesto, como ocurrió con la niña india. En el 90% de los casos los bebés nacen sin vida o mueren a los 3 días, ya que el corazón está expuesto a lesiones y riesgo de infección, entre otras complicaciones.
Tanto la madre de la niña Sushma Padmakar de 22 años como su esposo Basant Padmakar, que trabaja como electricista, se sintieron muy confundidos con la afección de su hija. “Dios nos bendijo con un bebé pero todavía o sabemos si llamar bendición o maldición a esto que nos ha ocurrido”, declaró el hombre a un medio local. “Soy un hombre pobre. Apenas podemos tener dos comidas completas al día. Pero haré todo lo posible para salvar a mi hija. Nos sentimos tan desamparados… ”, se lamentó el flamante padre.