No es un secreto que la actividad física es buena para el corazón, pero un nuevo estudio sugiere que estar activo y en forma puede proteger el corazón aunque tengas un marcado historial en tu familia de enfermedad cardíaca.
"El mensaje principal de este estudio es que el riesgo genético no es determinante", dice Erik Ingelsson, M.D., Ph.D., profesor de medicina en la escuela de medicina de Stanford University y autor principal del estudio publicado en la revista Circulation de la Asociación estadounidense del corazón (American Heart Association, AHA). "Aún si tus padres murieron jóvenes de enfermedad cardíaca, puedes reducir tu riesgo al nivel de una persona sin antecedentes familiares, mejorando tu condición física".
Décadas de investigación han demostrado que el ejercicio es bueno para el corazón. Estar físicamente en buena forma ha sido vinculado con varios beneficios cardiovasculares, incluyendo peso saludable, baja presión sanguínea y reducción de la inflamación.
Sin embargo, las personas con antecedentes familiares de enfermedad cardíaca pueden haber pensado que estaban destinados a tener problemas cardíacos, aunque hicieran ejercicios o cambiaran otros hábitos de vida.
"Este estudio además apoya lo que siempre he dicho, que el ejercicio es bueno para todos y para todo”, dice Marvin M. Lipman, M.D., consultor médico en jefe para Consumer Reports.
Disminución drástica
En un nuevo estudio, los investigadores de Stanford y de la universidad de Uppsala en Suecia analizaron los datos de un grupo de aproximadamente medio millón de hombres y mujeres, entre 49 y 60 años de edad, recopilada por un promedio de 6 años. El riesgo genético de enfermedad cardíaca de los sujetos fue valorado a través de pruebas de sangre y la actividad física, el estado cardiovascular y la fuerza de prensión o agarre fueron medidos utilizando una variedad de métodos. (la fuerza de apretar con la mano es un indicador bien establecido de la fuerza muscular total).
Los investigadores encontraron que tener un buen estado cardiovascular y una buena fuerza de agarre y permanecer activos protege a los sujetos de la enfermedad cardíaca y la fibrilación ventricular (un ritmo cardíaco irregular que aumenta el riesgo de derrame cerebral, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones) ya sea que los participantes pertenecieran al grupo de riesgo genético bajo, intermedio o alto de enfermedad cardiovascular. Estar en buena forma también disminuye el riesgo de muerte prematura por cualquier causa.
El ejercicio concede grandes beneficios para aquellos con riesgo genético más alto de problemas cardíacos. Las personas en este grupo que eran los que estaban en mejor forma física tuvieron un 49% menos riesgo de desarrollar problemas en el corazón. Y los sujetos con una fuerza de agarre robusta experimentaron un 31% de reducción en el riesgo de enfermedad cardíaca.
Cómo el ejercicio ayuda a tu corazón
Cuando hay más sangre y oxígeno bombeando a través de tu cuerpo durante el ejercicio esto ayuda a mantener el corazón saludable en muchas maneras, dicen los expertos. Ha sido probado que el ejercicio mejora en general los niveles de lípidos en sangre al reducir los trigliceridos y aumentar el colesterol HDL (colesterol "bueno"). Un régimen de ejercicio regular también ayuda a bajar la presión sanguínea.
"El ejercicio mejora muchas funciones psicológicas en el cuerpo, incluyendo el rendimiento del corazón, vasos sanguíneos y circulación", dice Carol Ewing Garber, Ph.D., profesor de ciencias de la conducta en Teachers College en Columbia University. "Además, mejora el metabolismo, reduce la grasa corporal y la inflamación y mejora la función inmune, todo lo que puede contribuir a las enfermedades cardíacas".
Haz bombear tu corazón
Ya que este estudio fue observacional (que solo puede mostrar una asociación, no causa y efecto), los resultados no pueden ser utilizados para recomendar un tipo específico o duración del ejercicio, dice Ingelsson de Stanford.
Sin embargo, la Asociación estadounidense del corazón (AHA) recomienda que los adultos hagan un mínimo de 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado a la semana, cualquier cosa que aumente el ritmo cardíaco, como caminar vigorosamente, aeróbicos en agua, ciclismo, tenis o baile de salón.
Incluso aquellos que hacen poco o nada de actividad física, moderada o vigorosa, pueden ayudar a su corazón con tan solo agregar una actividad física ligera en cualquier cantidad, según las directrices de 2018 publicadas por el U.S.Physical Activity Guidelines Advisory Committee.
"La clave es pasar más tiempo en movimiento y menos tiempo siendo sedentario", dice Garber. (Como siempre, si eres de edad media o mayor, consulta con tu médico antes de comenzar, o aumentar la intensidad de un programa de ejercicios, especialmente si tienes un alto riesgo de enfermedad cardíaca).
Los resultados de este estudio sugieren que tanto el estado cardiovascular y la fuerza muscular son importantes para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, dice Ingelsson. Así que además de un ejercicio aeróbico, asegúrate de hacer movimientos de fortalecimiento muscular (como levantamiento de pesas o yoga) al menos 2 veces por semana.
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