Cuando se trata de una intoxicación alimentaria, lo que no sabes puede hacerte daño.
Se cree comúnmente que la intoxicación alimentaria siempre causa episodios agudos de diarrea y vómitos. Pero en los últimos años, tuve que hospitalizar a dos pacientes con esta dolencia demasiado común que no tenían ninguno de estos síntomas.
Uno de los hombres tenía un historial de 6 meses de fiebre intermitente, pérdida de peso, sudoración nocturna y dolor de articulaciones. Al segundo paciente, se le admitió al hospital con fiebre alta, desorientación y cuello rígido.
Al principio, no eran claras las causas de sus problemas. Pero al hacer exámenes y pruebas posteriores, a ambos se les diagnosticó intoxicación alimentaria, enfermedad que es causada por alimentos o agua contaminados.
Cada año, de acuerdo con las estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), aproximadamente uno de cada 6 estadounidenses se enferma por causa de comida contaminada. De estas, 128,000 personas requieren hospitalización y 3,000 mueren.
Cuidado con las ideas equivocadas
Los síntomas consisten generalmente de una combinación variada de náuseas, vómito, diarrea, dolor abdominal y fiebre. Sin embargo, muchas personas pueden no estar conscientes de que la intoxicación alimentaria no siempre produce problemas gástricos, como demuestran los casos de las dos personas enfermas que describimos antes.
También parece que otros factores de la intoxicación alimentaria nos han pasado por alto a muchos de nosotros. Por ejemplo, la mayoría de las personas que respondieron a una encuesta de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA) en 2016 creen que la comida de los restaurantes puede causar más enfermedades transmitidas por alimentos que la hecha en casa.
Si bien es cierto que tu salud está en las manos del personal de cocina cuando cenas en un pequeño restaurante local, la comida que no está bien preparada en casa o que se guarda incorrectamente también puede hacerte daño.
Además, aunque 66% de las personas que contestaron la encuesta de la FDA pensaron que era "muy probable" que el pollo contenga bacterias, solo el 6% dijeron lo mismo de los vegetales. La verdad es que tanto el pollo como los productos agrícolas pueden estar repletos de bacterias.
Un argumento a favor es que aproximadamente 90% de los encuestados dijeron que limpiaban las tablas para cortar después de usarlas o utilizaban una tabla diferente después de preparar carne cruda, aves o pescado.
Sin embargo, menos de la mitad dijo que se lavaba las manos después de partir huevos crudos, muy conocidos por contener microbios de salmonella. La mayoría también indicó que lavan el pollo antes de cocinarlo, un hábito que no elimina las bacterias, pero que sí puede contaminar otros alimentos y superficies.
Hay varios culpables
Una variedad de organismos pueden causar intoxicación alimentaria. Los más comunes incluyen el norovirus (un virus muy contagioso conocido por enfermar a muchas personas en los cruceros), la salmonella (que se encuentra en la carne, las aves, los huevos y los productos agrícolas), la bacteria E. coli (una causa de la diarrea del viajero), el virus de la hepatitis A (con frecuencia en los mariscos crudos), la bacteria campylobacter (común en las aves) y listeria (se encuentra generalmente en las carnes frías de delicatessen y los quesos suaves).
Algunos microbios, como el del botulismo y el estafilococo, producen una toxina potente que es la culpable de enfermar a las personas.
Cómo se trata una intoxicación alimentaria
- Si sospechas que puedes tener intoxicación alimentaria, la clave para evitar complicaciones es ingerir suficientes líquidos. Usualmente aconsejo tomar jugos de frutas y consomé de pollo enlatado para poder reemplazar los líquidos y electrolitos perdidos (sobre todo el sodio y el potasio).
- Por lo general, no es necesario tomar antibióticos. Los medicamentos antidiarreicos como la loperamida (Imodium A-D y genéricos) y el difenoxilato o atropina (Lomotil y genéricos) no ayudan mucho y podrían dificultar la recuperación.
- La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria desaparecen por sí solos, en aproximadamente una semana. Consulta con tu médico si los síntomas duran más de 3 días (24 horas si son niños o adultos mayores), el dolor abdominal es intenso o si tienes temperatura mayor de 38.6 Celsius o 101.5 °F tomada en la boca.
- Si hay signos de deshidratación (debilidad, sed excesiva, disminución en la producción de orina, mareos), es posible que sea necesario hospitalizarte para poder rehidratarte con líquidos intravenosos.
- En raros casos, la intoxicación alimentaria puede ser mortal, como en el caso de botulismo que puede ocurrir como resultado de una mala preparación de conservas hechas en casa. Los síntomas como confusión, mareos, adormecimiento y hormigueo, y visión borrosa o doble se consideran una emergencia y justifican la atención médica inmediata.
Cuando los síntomas son fuera de lo común
Y, ¿qué sucedió con mis pacientes que tenían síntomas inusuales? Al primero se le diagnosticó brucelosis, la cual es una enfermedad alimentaria poco frecuente.
¿Cómo la descubrimos? Al preguntarle acerca de su historial médico, averigüé que era asiduo a tomar leche no pasteurizada, que es una fuente de la bacteria brucella. Él respondió al tratamiento con una combinación de antibióticos que se le administró durante un período de 8 semanas.
Al segundo paciente, un carnicero, finalmente se le diagnosticó meningitis por listeria. Averiguamos que esto fue resultado de no lavarse las manos ni usar guantes al trabajar con carne cruda en su tienda. En este caso, un tratamiento con antibióticos fue lo que le salvó la vida.
El Dr. Marvin M. Lipman, asesor médico en jefe de Consumer Reports desde 1967, es diplomado de la Junta Estadounidense de Medicina Interna (certificado en endocrinología y metabolismo) y profesor clínico emérito en New York Medical College.