Las personas que todavía no consiguieron comprometerse con una dieta, posiblemente tengan más éxito si hacen algunos cambios en su entorno. Ésta fue la conclusión del estudio que realizaron los investigadores de Cornell University, presentada en la Conferencia Experimental de Biología en Anaheim, California.
Todo entra por los ojos La investigación, que estuvo liderada por Brian Wansink, Director del Laboratorio Food and Brand Cornell, analizó las respuestas de 200 participantes del Desafío Nacional “comer de forma irreflexiva” (Mindless Eating, en inglés), que recibieron consejos que aludían a implementar ciertas modificaciones en su dieta según tres consignas:
1) Cambiar el entorno,
2) Cambiar los hábitos de comportamiento al comer
3) Cambiar las opciones alimenticias.
Las personas que escucharon recomendaciones sobre el entorno, como utilizar un plato de 10 pulgadas (25 cm), cambiar de lugar el plato con dulces o acomodar las estanterías fueron quienes cumplieron mejor con la dieta, explicó Wansink, autor del libro “Comer de forma irreflexiva: Por qué comemos más de lo que pensamos”.
De hecho, bajaron entre 1 y 2 libras por mes (entre 453 y 900 gramos), por cada tip que les dieron.
Según Wansink, la razón por la que estas personas lograron adelgazar y las otras no, es la consistencia. De esto trata la “el método irreflexivo”, que se propone transformar los hábitos poco saludables en hábitos saludables, a través de una serie de modificaciones sencillas referidas a la forma de pensar y actuar con respecto a la comida.
Algunos cambios que podemos hacer en nuestro entorno:
• Usa un plato más pequeño
• Mantén los alimentos con muchas calorías fuera de tu alcance
• Apaga la televisión, la computadora y el teléfono celular durante la comida
“Este tipo de cambios son mucho más fáciles de seguir que decir que hay que comer porciones más pequeñas, sustituir dulces por frutas o dejar el chocolate y las papas fritas”, asegura Brian Wansink.
Aunque los nutricionistas probablemente no estén de acuerdo con poner la alimentación en un segundo plano, sin duda estos cambios de hábitos pueden ser muy útiles para alimentarnos de un modo saludable y mantenernos alejados de todo aquello que puede hacernos dejar la dieta.