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El preservativo masculino: al alcance de todos

Consiste en una fina funda de látex (o de poliuretano en casos de alergia al mismo) que recubre el pene durante el coito. Otra de sus funciones importantes es la de prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual como el HIV y otras.

La medida estándar de un preservativo es de 17 cm de largo, 4,8 de ancho  y entre 0,055 y 0,07 mm de espesor. El mercado ofrece variedad de colores, texturas y presentaciones para poder lograr distintas sensaciones. 

Puntos clave

  • Previene el 95 por ciento de las enfermedades de trasmisión sexual.
  • Evita el embarazo en el 95 por ciento de los casos.
  • Es muy seguro, de precio accesible y fácil de usar.

Suelen traer lubricante y espermicida  y la resistencia del material permite reforzar este último sin dañarlo.

Diversos estudios científicos comprobaron que puede prevenir en un 95% de las enfermedades de transmisión sexual, pero no protege contra el virus de papiloma humano HPV, ya que éste no se encuentra en los fluidos corporales sino en la piel del área genital. 

Sin embargo como método anticonceptivo tiene una tasa mayor de efectividad, que ronda el 95% cuando se lo utiliza en forma apropiada.

El condón es muy adecuado para quienes necesitan un método temporal o complementario, y también es apropiado para personas que tienen relaciones sexuales con poca frecuencia.

Ventajas

Es muy seguro, de precio accesible, fácil de usar y de obtener en varios lugares sin prescripción médica. Permite recuperar la fertilidad en forma inmediata sin consecuencias y no tiene efectos secundarios salvo en  personas con alergia al látex.

Desventajas

No es uno de los mejores métodos para usar en forma permanente. Requiere motivación  para usarlo correctamente y asegurar su efectividad. 

Necesita la cooperación del compañero sexual para colocarlo y pueden llegar a reducir la sensibilidad o el placer sexual.

Algo de historia

Cuando el ser humano descubrió la relación entre el sexo, la concepción de los hijos o la aparición de ciertas enfermedades, intentó idear algún método de prevención. Para ello se comenzaron a utilizar tripas de animales o fundas de tela que constituyeron los antecedentes del actual preservativo de látex.

Por eso ha sido usado desde la Antigüedad tanto como método anticonceptivo como para prevenir "enfermedades venéreas" (como se les conocía antes a las enfermedades de transmisión sexual, llamadas así por Venus, diosa del Amor).

Su popularidad comenzó a extenderse en 1880 y fue muy importante en la historia de la anticoncepción hasta la aparición de los anticonceptivos hormonales en la segunda mitad del siglo XX.