Té verde, protección contra el Alzheimer

Según los resultados de la investigación publicada en Journal of Alzheimer’s Disease, la administración oral de un extracto del té verde, la epigalocatequina-3-galato (EGCG), así como el ejercicio voluntario, mejoraron algunas de las manifestaciones de conducta y trastornos cognitivos de la enfermedad y frenaron la acumulación de las placas amiloides en el cerebro.

“En los pacientes de Alzheimer, el péptido beta-amiloide (A-beta) puede acumular y agruparse causando placas amiloides en el cerebro", destacó el profesor Todd Schachtman en información difundida por la institución académica. Los síntomas pueden incluir aumento de la pérdida de memoria y confusión, agitación y falta de preocupación por el medio ambiente y el entorno.

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En el estudio, los investigadores decidieron analizar en un modelo animal los efectos del ejercicio voluntario y el impacto del EGCG, en los niveles de función de memoria y de A-beta. Para ello, administraron EGCG en el agua de un grupo de ratones, mismos que tenía acceso a una rueda de desplazamiento giratorio en su jaula.

Los científicos encontraron mejoras notables en la función cognitiva y la retención en ratones afectados de Alzheimer que recibieron EGCG y se ejercitaron. "Los ratones que presentaban síntomas de la enfermedad tenían nidos que estaban mal formadas o erráticos", precisó Schachtman. "Además, encontramos que los ratones con síntomas de Alzheimer, al igual que las personas, pueden ser apáticos acerca de su hábitat, y han olvidado cómo hacer un nido de manera apropiada".

El equipo también analizó los tejidos cerebrales de ratones para determinar los efectos de EGCG y el ejercicio sobre los niveles de A-beta en las regiones afectadas del cerebro. Estamos muy contentos de ver una disminución en los niveles de A-beta en el cerebro de los ratones afectados, así como mejoras en los déficits de comportamiento en ratones con Alzheimer, comentaron los investigadores.

El té verde se hace de las hojas secas de la camellia sinensis, un arbusto de hoja perenne con una larga historia de uso, aproximadamente 5,000 años en China. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos refiere que el té verde tiene varios usos, entre ellos, mejorar la agilidad mental y el pensamiento. También se emplea para perder peso y para el tratamiento de trastornos estomacales, vómitos, diarrea, dolores de cabeza y la pérdida de masa ósea (osteoporosis).

El temible Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores y la que produce la mayor tasa de discapacidad en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que su incidencia se triplique en los próximos años debido al aumento de la esperanza de vida. Por este motivo, cualquier avance en la investigación sobre la prevención o el tratamiento del Alzheimer, genera muchas expectativas.

Suele comenzar después de los 60 años y el riesgo aumenta a medida que la persona envejece. Inicia lentamente, primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con Alzheimer pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron recientemente o los nombres de personas que conocen. Con el tiempo los síntomas empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus familiares o tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales.

Un informe del Alzheimer’s Disease International señala que la demencia afecta actualmente a 44 millones de personas en todo el mundo y la cifra podría aumentar a los 135 millones en el año 2050. Según la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association), Estados Unidos gastó 200 mil millones de dólares en el tratamiento del Alzheimer y otras formas de demencia en 2012. Si no se logran avances, esa cifra superará el billón de dólares en el año 2050.