El Alzheimer se caracteriza por la acumulación en el cerebro de depósitos de pequeños péptidos de diferentes tamaños llamados beta amiloide. El estudio publicado en Neurology, refiere que el resveratrol administrado en forma pura, reduce y/o estabiliza los niveles del amiloide beta 40, uno de los biomarcadores que se eleva con el progreso de esta enfermedad.
El ensayo clínico controlado con placebo, aleatorizado y doble ciego fue diseñado para analizar el impacto de altas dosis de resveratrol a largo plazo en las personas con Alzheimer de leve a moderado. Incluyó a 119 personas a quienes se les suministró resveratrol purificado dos veces al día, es decir, el equivalente a la cantidad que se encuentra en alrededor de 1,000 botellas de vino tinto.
Tras esto, analizaron varios marcadores del Alzheimer y encontraron que los pacientes que fueron tratados con dosis elevadas de resveratrol durante 12 meses mostraron poco o ningún cambio en los niveles de amiloide beta 40 en la sangre y el líquido cefalorraquídeo. Sin embargo, “se vio una dismunición en beta amiloide 40 a medida que la demencia empeora y la enfermedad de Alzheimer progresa”, destacó R. Scott Turner, director del Programa de Trastornos de la Memoria en el Centro Médico de la Universidad de Georgetown e investigador principal.
Los hallazgos sugieren que el resveratrol podría ayudar a cambiar el equilibrio de beta amiloide en el cerebro, haciendo así circular la proteína en el cuerpo. "El estudio es suficientemente alentador como para hacer un ensayo clínico mayor, porque hemos demostrado que es seguro y tiene efectos significativos en los biomarcadores de Alzheimer" aseguró Turner.
El resveratrol es un compuesto natural que se clasifica como polifenol (antioxidantes naturales) y se encuentra contenido en más de 70 especies de plantas entre las que se incluyen algunos frutos secos, la piel de las uvas y el vino tinto, de acuerdo con Natural Standard, una empresa de investigación internacional sobre medicina alternativa.
Más sobre el Alzheimer
La enfermedad del Alzheimer suele comenzar después de los 60 años y el riesgo aumenta a medida que la persona envejece.
Quienes padecen de Alzheimer pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron recientemente o los nombres de personas que conocen. Con el tiempo los síntomas empeoran, y pueden no reconocer a sus familiares o tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales.
América Latina es una de las regiones que será más impactada por el aumento en los casos de demencia en el futuro, según un reporte publicado por la organización Alzheimer´s International en 2013. Advierte que el número "subirá en la región de 7,8 millones (la cifra estimada actualmente) a más de 27 millones en 2050".
En EE.UU. hay 5 millones de personas con Alzheimer, la forma de demencia más común, y constituye la sexta causa de muerte en el país.
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