En la investigación publicada en la revista Nutrients, se comparó la calidad de la dieta de las personas que consumen frutos secos contra la de quienes no incluían este tipo de alimento. El consumo de frutos secos fue asociado con una mejor condición nutricional y una calidad de dieta mayor.
Para llegar a dicha conclusión se analizó la dieta de 14,386 adultos mayores de 19 años que participaron en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés). La información de la alimentación se obtuvo a partir de encuestas de tipo recordatorio de 24 horas y se categorizó como consumidor de frutos secos a aquellas personas que tomaban más de 1/4 de onza (7gr al día).
Los resultados mostraron que los consumidores de frutos secos tenían una mayor ingesta diaria de calorías (2,468 contra 2,127) pero también era mayor la ingesta de nutrientes de interés para la salud como la fibra (21 contra 16 gr), potasio (3,028 contra 2,691 mg), magnesio (408 contra 292 mg). Además, consumían más ácidos grasos monoinsaturados (36 contra 29 gr) y poliinsaturados (21 contra 17 gr), pero tenían una menor ingesta de azúcares añadidos (15 contra18 gr), grasas saturadas (25 contra 27 gr) y sodio (3,197 contra 3,570 mg).
En cuanto a la condición nutricional, se observó que los consumidores de frutos secos tenían menor peso en promedio (80 contra 82 kg), menor Índice de Masa Corporal (28 contra 29) y menor circunferencia de la cintura (96 contra 98 cm) que los no consumidores.
″Los frutos secos deberían ser parte integral de una dieta sana y los profesionales de la salud, especialmente los nutricionistas, tienen que recomendar a sus pacientes que los incorporen″, resaltó Carol O’Neil, nutricionista a cargo de la investigación.
"Los frutos secos, entre otros efectos, contribuyen a mantener una buena figura, subir la concentración de colesterol bueno (HDL o colesterol de alta densidad) y bajar el nivel de proteína C-reactiva, un compuesto asociado a diversas enfermedades crónicas", añadió.
Según las directrices para la reducción de las enfermedades cardiacas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., el nivel ideal de consumo de frutos secos es de alrededor de 1.5 onzas (o casi 43 gramos y equivalente a unas 240 calorías). "La evidencia científica sugiere, aunque no prueba, que consumir 1.5 onzas de la mayoría de frutos secos al día como parte de una dieta baja en grasa saturada y colesterol podría reducir el riesgo de enfermedad cardiaca".
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