Cuando la vejiga se llena de orina, los nervios de la percepción envían impulsos al cerebro que indican que la vejiga está llena. Los nervios de la percepción, entonces, se conectan con otros nervios de la espina dorsal para distribuir la información a donde corresponda. Por su parte, el cerebro envía impulsos de regreso a la vejiga y le pide que vacíe su contenido.