En una sola eyaculación se liberan millones de espermatozoides. Sus flagelos los impulsan en su viaje hasta el encuentro con un solo óvulo. De los millones de espermatozoides, apenas unos pocos sobreviven hasta llegar al óvulo y sólo uno logrará penetrar las paredes del mismo para combinarse con su material genético, en lo que se conoce como fecundación. Si durante la primera semana de la división celular, el óvulo fecundado o cigoto, se divide en dos cigotos, se formará un par de gemelos univitelinos. Cada embrión en desarrollo contiene el mismo material genético que el otro.