La placenta le suministra nutrientes y oxígeno de la madre al bebé y se lleva los desechos del feto. Luego del nacimiento, el útero se contrae naturalmente para empujar la placenta fuera del útero. Además, el médico o partera ayudará presionando suavemente el abdomen para sacar la placenta del útero.
La expulsión de la placenta es indolora y tarda unos 15 minutos.
Cuando la placenta es expulsada, se examina para determinar si el tejido placentario está sano y completo. A veces, la placenta se puede romper y causar sangrado en el útero, pero como podemos observar aquí, la placenta salió perfectamente entera.
La placenta se conoce muchas veces como secundina. Su expulsión exitosa señala la culminación de la etapa final del parto.