¿Eres una persona ansiosa? Descúbrelo aquí

La ansiedad es una reacción natural que afecta a la mente y al cuerpo. Tiene una importante función básica de supervivencia, ya que es un sistema de alarma que se activa cuando una persona percibe un peligro o una amenaza, lo cual activa la producción de adrenalina y otras sustancias químicas que preparan al cuerpo ante un peligro.

Es completamente lógico preocuparse cuando sucede algo estresante, pero ese estrés no debería durar más de lo que tarda en resolverse el problema. si se vuelve abrumador, pasas demasiado tiempo preocupado o nervioso, o si tienes dificultades para dormir, presta atención a tus pensamientos y sentimientos, pueden ser que se haya convertido en trastorno de ansiedad.

Se calcula que unos siete millones de estadounidenses los padecen. Sin embargo, hay mucha gente que se acostumbra a vivir así, que se consideran personas "nerviosas" y no ven la necesidad de pedir ayuda. El problema es que estas personas no acceden a un tratamiento y por ende, a una mejor calidad de vida.

¿Estás siempre preocupado por cualquier cosa, como en tensión constante? El síntoma principal del trastorno de ansiedad es la tensión exagerada, el nerviosismo sin razón aparente. También puede darse una exageración ante cosas y situaciones que no deberían preocupar tanto y que tienen solución.

La ansiedad es una especie de aceleramiento y puede traer una frecuencia cardíaca más rápida, algunos latidos cardíacos saltones, la respiración acelerada y también problemas para dormir. La falta de sueño también está relacionada con las preocupaciones y se puede manifestar como dificultad para conciliar el sueño y como la interrupción del mismo.

La falta de sueño trae como consecuencia la irritabilidad o lo que llamamos "mal carácter", el enojarse fácilmente. Son personas con poca tolerancia, que se ofenden de la nada y tienden a reaccionar en forma sobredimensionada ante cualquier cosa.

Para realizar un diagnóstico de ansiedad también hay que tener en cuenta una serie de síntomas físicos que acompañan a la preocupación constante. Entre ellos están, la tensión o dolores musculares, los dolores de cabeza, las náuseas o diarrea, los temblores, taquicardia, sudoración extrema y respiración agitada.

Las personas que sufren de un trastorno de ansiedad no logran relajarse y disfrutar de salidas, actividades con los demás y situaciones que en otro momento les resultaron placenteras. Este problema puede darse también en niños, suele aparecer gradualmente y afecta a más mujeres que hombres.

El criterio que se utiliza en salud mental para determinar una patología como esta incluye el tema de las responsabilidades. "Si la persona no logra cumplir sus responsabilidades laborales y familiares de la misma forma que lo hacía antes, consideramos que está padeciendo una enfermedad mental", dijo a HolaDoctor la psicóloga Michelle Plamondon, de la Universidad de Texas.

Hay tres puntos para distinguir la ansiedad patológica de la esperable: si hay una causa que justifique el ataque, si ese estado tiene una duración prolongada y si afecta profundamente la vida del individuo. En otras palabras, si no hay un motivo aparente que justifique la ansiedad, si impide el desarrollo normal de las relaciones sociales y de la capacidad de trabajar y si dura más de seis meses, se trata de un cuadro de ansiedad.

El objetivo de una psicoterapia es lograr reducir los síntomas que impiden que la persona pueda cumplir con sus responsabilidades y disfrutar de la vida. A veces, la ansiedad es tal que debe incluir la terapia medicamentosa para reducir los síntomas y poder trabajar a nivel cognitivo y del lenguaje.

La forma de trabajar incluye estudiar el comienzo y desarrollo de los síntomas, las situaciones que lo disparan, los pensamientos y acciones negativas para detectar tempranamente y anticiparse. También se trabajan técnicas de relajación y control de la ansiedad para los momentos en que ésta se desata.

Existen otros trastornos de ansiedad como el Trastorno obsesivo compulsivo (TOC), en el cual la ansiedad toma la forma de obsesiones (pensamientos negativos) y compulsiones (acciones para intentar aliviar la ansiedad). O las fobias que son temores intensos ante situaciones específicas o a cosas que no son realmente peligrosas.

Las crisis de angustia o ataques de pánico son episodios de ansiedad agudos sin una razón aparente, en los cuales la persona sufre síntomas físicos intensos como palpitaciones, sensación de ahogo o falta de aliento, mareo, entumecimiento u hormigueo. El Trastorno de estrés postraumático surge como consecuencia de una experiencia del pasado traumática o aterradora.