¿Qué hago si mis hijos no beben agua?

Es importante que los niños estén siempre bien hidratados cuando están jugando afuera, almorzando en el colegio, de paseo, o comiendo en casa. El agua es la mejor opción ya que también ayuda a mantener una temperatura normal en el cuerpo, remueve las impurezas del organismo y ayuda a que lleguen todos los nutrientes.

Si están jugando afuera o haciendo algún tipo de actividad física, ten a mano una botellita de agua. Escoge siempre esta bebida en lugar de las azucaradas o las bebidas deportivas: es mucho más sano y ayuda a controlar el consumo de calorías y con ello, el peso de tus niños.

Esto varía según la edad y actividad. El Instituto de Medicina de EE.UU. recomienda que los niños de 1 a 3 años, deben beber al menos 4 vasos de agua al día. De 4 a 8 años, 5 vasos. De 9 a 13 años, 7 vasos las niñas y 8 los varones. Y entre los 14 y los 18 años, 8 vasos diarios las niñas y 11 los varones.

Es importante recordar que a pesar de que los jugos proveen nutrientes esenciales, también proveen calorías. Y muchos de los jugos envasados traen azúcar agregada, que contribuye a la suba de peso. Lo mejor es tomar pequeñas cantidades de agua, varias veces al día. Y evitar los jugos y las sodas o bebidas endulzadas.

No hay suficiente estudios científicos para comprobar y concluir que hay una diferencia entre beber agua fría o natural. Pero sí hay investigaciones que demuestran que es importante beber agua durante el día para ayuda al cuerpo a cumplir sus funciones vitales.

Estudios de laboratorio demostraron un aumento - de unas 10 calorías diarias - en la combustión de calorías en quienes habían tomado bebidas muy frías. Pero la Academia Nacional de Nutrición y Dietas sostiene que no hay evidencias de que el té o el agua helados agilicen el metabolismo.

Si los niños solo quieren tomar sodas o jugo, es muy útil dar un buen ejemplo como padres. Un niño que ve a sus padres disfrutando del agua frecuentemente, tienen a imitarlos y tomar agua ellos también. Y al tener siempre agua a mano, nos aseguramos de que la consuman con mayor frecuencia ya que sencillamente está ahí, y en el momento que se tiene sed.

Los niños tienden a hacer lo que ven que hacen sus padres. Si ven que ellos disfrutan del agua durante el día, desarrollarán ese buen hábito que les quedará para toda la vida.

Es muy importante que tus hijos beban agua antes, durante y después de hacer deportes. Al entrar en movimiento se eleva la temperatura corporal, se acelera el ritmo cardíaco y la respiración, y es necesario reponer líquido, que se pierde a través del sudor.

Ten siempre una jarra o botellas de agua con agua en el refrigerador, e incluye una botella de agua en la lonchera o la mochila que llevan tus hijos a la escuela. En el auto, siempre lleva contigo un par de botellas de agua.

Para que les sea más divertido, puedes servirles el agua en vasos curiosos o comprarles botellas pequeñas con la proporción acorde a su edad. ¡Incluso puedes cambiarle el color con una pizca de colorante comestible! Cuando vayan amiguitos de visita a la casa, ofréceles agua a ellos también. Y puedes hacer lo mismo durante los cumpleaños y otros festejos.

Si ves que el sabor del agua no les resulta agradable, le puedes agregar unas cucharadas de jugo 100% natural. Otra opción es fruta picada o alguna rodaja de limón o naranja. Si utilizas la fruta con cáscara ¡no olvides lavarla previamente!

Meléndez Klinger es portavoz de Nestlé Pure Life y hace hincapié en la importancia de que las familias tomen más agua para mantenerse hidratadas, en especial los niños. Y declara: "Las madres latinas como yo, nos esforzamos por ayudar a nuestras familias a llevar un estilo de vida saludable.”