Hospitales, el hogar de millones de bacterias

En Estados Unidos se calcula que al día, 1 de cada 25 pacientes se encuentran combatiendo una infección contraída durante su estadía en un hospital, lo cual al año genera un costo de 36 mil millones de dólares y 75,000 muertes en el país. (Universidad de Chicago)

Y es que existen diferentes agentes que propician que aumente el foco de bacterias en un ambiente hospitalario, tales como el tipo de construcción, el ambiente, el equipo médico, la higiene del personal, así como parte del mobiliario.

Por ejemplo, si hablamos del ambiente, el aire que se respira generalmente está mezclado con los sistemas de calefacción y aire acondicionado, en los cuales se pueden formar patógenos potenciales, de acuerdo con un estudio del Hospital de Providence Milwaukie en Portland.

Otras investigaciones han descubierto que las bacterias amantes de la humedad, que viven en el cabezal de la ducha o en la cortina de los baños, pueden incluir diversas poblaciones de microbios altamente peligrosos.

En tanto, algunos de los microbios infecciosos se aferran a catéteres a pesar de los esfuerzos de higiene rigurosas, mientras que otros contaminan las áreas quirúrgicas esterilizadas. (Universidad de Chicago)

Incluso, el mismo personal médico es el responsable de la transmisión de enfermedades al paciente. Se calcula que más de un tercio de las infecciones hospitalarias son causadas por las enfermeras y médicos con mala higiene.

Según el investigador James Meadow, de la Universidad de Biología en Oregon, una persona puede ser capaz de arrojar hasta 37 millones de bacterias en el aire circundante o sobre las superficies que se tocan. “Dejamos nuestros microbios por todo lugar”, afirma.

Según un informe de personal de la Universidad de Chicago, en una habitación en promedio, pueden entrar y salir visitantes y personal del hospital hasta 100 veces por día, lo cual arrastra una gran cantidad de bacterias. En algunas superficies pueden ubicarse miles de distintos tipos de bacterias.

Un trabajo que realizó Meadow en conjunto con el Centro del Medio Ambiente al analizar los microbios que habitan en un edificio de 155 habitaciones en Eugene, halló que las formas en que se manejan las construcciones y se acondicionan determinan también la proliferación de bacterias.

Y pese a que la mayoría de los pacientes, más de la mitad en el país, reciben medicamentos microbianos durante su estancia, estos fármacos no siempre pueden terminar con todas las bacterias, pues las más resistentes logran sobrevivir y seguirse propagando.

Entre los patógenos hospitalarios más comunes están los que causan infecciones del tracto urinario, en las vías respiratorias y la bacteriemia o presencia de bacterias en la sangre. Ésta última es una de las principales causas de infecciones nosocomiales.

Asimismo, abundan en los hospitales otros males como los causados por los estafilococos que pueden resistir a los medicamentos, contagiarse con el simple hecho de tocar gotitas contaminadas y sobrevivir hasta por una semana en algunas telas para muebles comunes.

La cándida también es popular en muchos centros médicos. Este tipo de infección por hongos suele desarrollarse en el organismo por el uso de antibióticos, los cuales al destruir microorganismos en el cuerpo permiten con mayor facilidad su multiplicación. (Biblioteca Nacional de Medicina)

Debido a esto, un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago se está dando a la tarea de investigar qué otros factores derivan en este auge bacteriano que representa un peligro para la sociedad, por lo que han emprendido una ardua investigación.

Bajo el Hospital Microbiome Project buscan inspirar a una nueva generación de prácticas en torno al control de infecciones y realizar un trabajo más eficiente en el combate de enfermedades. La inclusión de mejor tecnología es otra de sus propuestas.

Por ahora, los hospitales siguen sumando esfuerzos por tratar de reducir las infecciones contraídas en los hospitales, según una encuesta anual aplicada en 14,500 hospitales del país por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

De igual forma, existen varios financiamientos como el de la Fundación Alfred P. Sloan, de $856,000 para investigar más a fondo la gran familia de bacterias que hay en el entorno, que además, puede interferir en nuestro estado de ánimo, salud, hábitos alimenticios y patrones del sueño.