Desde la antigüedad se recurre a las hierbas para tratar enfermedades respiratorias. Si bien en muchos casos no se dispone de suficiente información sobre sus efectos, para otros existe evidencia que respalda y explica cómo aprovechar sus bondades. Aquí repasamos las más populares.
Viola o violeta
Se ha utilizado tradicionalmente para tratar afecciones como asma, enfisema, faringitis, gripes o resfriados. Los especialistas creen que esto se debe a que posee mucílagos y saponósidos, sustancias a las que se le atribuyen efectos expectorantes, antipiréticos y analgésicos. Sin embargo, advierten precaución al momento de consumirla, ya que en exceso podría provocar vómitos.
Filipéndula o reina de los prados
Se ha utilizado para cefaleas, estados febriles y gripales, debido a sus posible efectos antiálgicos, antipiréticos y diaforéticos. Para aprovechar sus bondades puedes preparar infusiones de entre 2 y 6 g y beber una taza por día. No se recomienda su consumo en pacientes con hipersensibilidad a los salicilatos y se aconseja precaución a mujeres embarazadas o en período de lactancia.
Se le atribuyen efectos analgésicos, antidiarreico, antipirético, antisépticos, antitusivo, cicatrizante y expectorante, por lo que suele utilizarse para tratar bronquitis, faringitis, gripes y resfriados. Sus hojas se usan en decocciones, hirviendo durante cinco minutos de 10 a 20 g por litro de agua. Puedes beber hasta tres tazas al día.
Fresno
Su corteza tiene un efecto analgésico, antiinflamatorio, y antipirético, por lo que tradicionalmente se ha utilizado para tratar los síndromes febriles de la gripe y los resfriados. Para usarlo se realiza una decocción, hirviendo 20 g de corteza por litro de agua durante 10 minutos. Se deja enfriar y se bebe, hasta tres tazas al día.
Hierba jabonera o saponaria
Tanto sus raíces como rizomas secos se aprovechan por sus efectos antitusivos, expectorantes y mucolíticos, especialmente para tratar afecciones catarrales de las vías respiratorias superiores. Los expertos detallan un consumo diario de hasta 1,5 g. Si se ingiere en dosis elevadas puede provocar diarrea, náuseas o vómitos, e irritación de la mucosa intestinal.
Castaño
Aunque eventualmente se recurre a su corteza, las hojas se utilizan popularmente para tratar la bronquitis, faringitis, diarreas, estomatitis, gripes, resfriados, como expectorante y para combatir la tos. Para preparar una infusión hierve durante 10 minutos una cucharada por taza. Puedes beber hasta tres tazas al día.
Tomillo
Posee actividad antiespasmódica y expectorante, gracias a la presencia de timol, carvacrol y flavonas metoxiladas, permitiendo la eliminación de las secreciones bronquiales. Se lo suele utilizar para aliviar catarro, bronquitis, tos, y resfriados. Puedes beber sus infusiones (de 1 a 2 g de la planta seca por taza) varias veces al día.
Esta planta produce una actividad expectorante, por lo que resulta útil para aliviar la tos asociada a los catarros. Para consumirla puedes preparar infusiones con 2 o 3 g cada 150 ml de agua, y beber hasta tres tazas al día. Aunque en raras ocasiones, los profesionales señalan que puede producir irritación de la mucosa gástrica.
Gordolobo
Por sus efectos antitusivo y antiinflamatorio, entre sus principales usos se encuentra aliviar afecciones respiratorias infecciosas o alérgicas, como amigdalitis, asma, bronquitis, faringitis, gripe, resfriados o rinitis. Puedes preparar infusiones de gordolobo hirviendo entre 1,5 y 2 g cada 150 ml de agua, y beber entre tres y cuatro tazas por día.
Hierba quesera o malva
Por sus efectos antiinflamatorios y demulcentes, se recomienda su uso para tratar inflamaciones de la mucosa y tos seca. Se puede preparar una infusión hirviendo entre 1,5 y 2 g, bebiendo varias veces al día sin superar una dosis de 5 g de hoja o flor seca. Existe la posibilidad de que los mucílagos que posee retrasen la absorción de otras drogas, por lo que conviene administrarlos por separado.
Altea o Malvavisco
Puedes recurrir a su raíz seca en infusión para tratar problemas como la tos seca o aliviar problemas gastrointestinales. Para prepararla, hierve entre 1,5 y 3 g en 150 ml de agua, y bebe varias veces al día, sin superar la dosis de 15 g diarios. Las mujeres embarazadas o en período de lactancia y los niños menores de 3 años no deben consumirla, excepto bajo supervisión médica.
Eucalipto
Existe evidencia sobre el uso de sus hojas y aceites esenciales como descongestionantes y para tratar la tos y el catarro asociados a los resfriados. Para aprovecharlo, puedes hervir 12 gotas de aceite esencial o entre 1,5 y 3 g de hojas secas en 150 ml de agua, y beber hasta tres tazas por día.
Fuentes consultadas:
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Cooperativa Científica Europea de Fitoterapia (ESCOP).