Hemofilia y tratamiento de las heridas

Cuestión de vida o muerte

Para las personas con hemofilia, un tratamiento oportuno y adecuado de las heridas puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. En casos menos drásticos, ayuda a evitar lesiones permanentes en huesos, articulaciones y músculos que afectan la movilidad y la calidad de vida. ¿Cómo se debe proceder ante una lesión?
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Protocolo para heridas

El Medical and Scientific Advisory Council (MASAC) dependiente de la entidad Hemofilia.org elaboró un protocolo con recomendaciones y guías para el tratamiento de heridas en personas con hemofilia. Los mismos pretenden orientar a los Centros de Emergencia sobre cómo atender correctamente a personas hemofílicas.

Actuar de inmediato

Es necesario consultar con el especialista sobre cómo actuar en una emergencia. Ante un episodio hemorrágico se debe administrar el reemplazo de factor en la dosis indicada por el médico, como máximo dentro de las dos horas siguientes al inicio de los síntomas. Si hubiera sospecha de hemorragia intracraneal, el tratamiento debe ser administrado en forma urgente.

Cuál es el tratamiento

Las personas con deficiencia de factor de coagulación VIII (hemofilia A) reciben concentrado de FVIII. Si es algo más complicado que una simple hemorragia se debe consultar inmediatamente a un centro de tratamiento de hemofilia.

En caso de duda…

Ante la duda, hay que hacer el tratamiento de factor. Si una persona con hemofilia ha sufrido una lesión o cree que está teniendo una hemorragia, primero hay que realizar el tratamiento y después hacer las pruebas de diagnóstico. Al aplicar el factor de coagulación se deben tratar las venas con cuidado ya que son conductos vitales para los enfermos de hemofilia.

No a la aspirina

Se debe evitar el uso de ácido acetilsalicílico (aspirina) y en el caso de los agentes antiinflamatorios no esteroides se deben suministrar con precaución. Si se están utilizando varios medicamentos, hay que tener en cuenta que puede haber interacciones peligrosas entre ellos.
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Hemorragia articular: cuanto antes mejor

Los pacientes, aún si son niños pequeños, pueden reconocer una hemorragia articular apenas se inicia. Una atención inmediata ayuda a prevenir el daño a los tejidos y además cuanto antes se realice, requerirá menos cantidad de factor de coagulación. Así tampoco será necesario interrumpir las actividades habituales.

Recuerda las siglas R.I.C.E.

En caso de una hemorragia articular o muscular hay que buscar ayuda inmediatamente y seguir las instrucciones del médico sobre la reposición de factor coagulante. Y conviene recordar la sigla RICE: la R de rest, por descanso en inglés, la I de ice o hielo en inglés, la C de compresión y la E de elevación.
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Terapia doméstica en niños

En niños de 3 a 5 años se puede realizar una terapia doméstica de coagulación, que reduce los costos y las complicaciones de la hemofilia. Se debe alentar al niño desde pequeño a que participe en sus propias infusiones; muchos hospitales permiten que los pacientes lleven su propio factor para que les sea administrado en la sala de emergencias.
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Casos extremos

Las hemorragias en la garganta, la nuca, sistema nervioso central o traumatismos craneales requieren atención urgente. Y las lesiones post traumáticas en la cabeza y cefaleas importantes se deben tratar como si fueran hemorragias craneales. Hay que elevar el nivel de factor sin esperar a que se desarrollen otros síntomas, ni la evaluación radiológica o de laboratorio ya que es una verdadera emergencia médica.

Hemorragias bucales y nasales

Por lo general las hemorragias superficiales en tejidos blandos no requieren terapia de reemplazo de factor y la aplicación de presión firme y hielo pueden resultar útiles. Si el sangrado es nasal, aplicar una presión firme en la parte cartilaginosa de la nariz durante al menos 20 minutos.

Heridas y raspones

Las heridas superficiales y raspones pueden tratarse limpiando la zona y aplicando presión y bandas adhesivas. En caso de heridas profundas es necesario elevar el nivel de factor a 50% y realizar una sutura en un centro médico de emergencia.
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¿Qué es la hemofilia?

La hemofilia es una afección hemorrágica hereditaria en la que la sangre no coagula de manera adecuada. Quien la padece tiene poco o nada de factor de coagulación, o de proteínas que junto a las plaquetas, ayudan a producir la coagulación normal de la sangre. En Estados Unidos se registran unos 400 casos anuales y afecta a 1 de cada 5,000 bebés varones, según informan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

¿Hay hemofilia femenina?

El gen de la hemofilia es hereditario. Si el padre tiene hemofilia y la madre no, ninguno de los hijos varones la tendrá pero todas las hijas serán portadoras del gen. Una mujer portadora tiene un 50% de probabilidad de que su hijo tenga la afección y de que su hija sea portadora, informa la Federación Americana de Hemofilia. Una mujer puede tener hemofilia si su padre tiene hemofilia y su madre es portadora.