Lo bueno de ser famoso es que se gana dinero y se cuenta con la admiración y el cariño del público, que agigantan el amor propio. Lo malo es que se está siempre bajo la lupa de todo el mundo y casi no se puede tener un estado físico descuidado ¡porque los fotógrafos salen de cacería para hacérselo saber al mundo! Conoce algunas víctimas…
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1. Leonardo DiCaprio: "rebosa" de amor
Si se filmara nuevamente Titanic, seguramente el personaje de Leo se salvaría, ya que en estos días presume un gran “flotador” en la cintura que lo hubiera ayudado. Pero su aspecto poco parece importarle a su novia Toni Garrn, la supemodelo de 22 años que lo llena de besos.
El cantante nacido en 1962 y estrella rockera de Guns N’Roses se oculta tras gafas, sombreros y camperas de cuero. Pero no logra disimular el vientre abultado y su cara regordeta. Lejos quedó el pelilargo de los ’80 que atraía con su voz y su aspecto. Dice que sigue actuando porque lleva una vida sana. ¿A qué le dirá sano?
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3. Matt Damon ¿o Fat Damon?
En la filmación de "The Monuments Men", el ahora director George Clooney pidió a los vestuaristas que le quitaran ½" de los pantalones de Matt, aprovechando que estaba de viaje. Clooney sabía que el ex musculoso de Elysium estaba tratando de bajar de peso.
El actor es de contextura grande (mide 6’5” o 1.98 m) y ha subido y bajado de peso varias veces. Dice un poco en broma que es porque sigue “la dieta del león” que consiste en comer lo que quiere y cuando quiere. O todo lo que come Michael Phelps… pero sin hacer la intensa actividad física del nadador.
El cantante que enamoró a tantas mujeres con su voz y su presencia subió 44 libras (20 kg) y puso en peligro su poder de seducción. Parece que le gusta mucho salir a cenar con su novia Kassia Sowinska, de la que está muy enamorado.
El actor que participó en la serie CSI Las Vegas subió mucho de peso porque dejó de fumar y tal vez hizo asiduas visitas a su heladera. Como no puede hacer ejercicio intenso ya que le colocaron 5 tornillos en la columna tras una lesión jugando al básquet, juega al golf. Y ya empezó a bajar de peso nuevamente.
Lejos de aquellos tiempos en que era "abs y huesos", el actor luce cada día más corpulento. Pero no es a causa de alguna adicción a los postres sino porque se está preparando para ser el nuevo Batman. Sin duda quiere ser el más fuerte de Ciudad Gótica porque sus brazos y su pecho ¡son realmente poderosos!
El galán de novelas bromea diciendo que poco importa si tiene algunas libritas de más, porque las agarraderas en la cintura “son sabrosas”. En un tono más serio, dice que si bien nunca fue un hombre con tabla de lavar, jamás permitió que lo acosaran si tenía sobrepeso, ni siquiera cuando era niño y su madre le daba porciones dobles.
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9. Brendan Fraser: bajó del árbol
Hoy no podría colgarse de las lianas como cuando filmó "George de la selva", ya que probablemente terminaría en el suelo. El actor tuvo que subir de peso para la pelicula "En pie de guerra" (Furry Vengeance) estrenada en 2010 y todavía no logró recuperarse. Según dice, la culpa la tiene la pizza, que le encanta.
El actor parece estar de vacaciones y disfrutar a pleno del mar… y la comida. Está claro que por un tiempo, ha dejado de jugar al tenis y levantar pesas como dijo hacer 5 veces por semana. Ya pasados los 60, Travolta reveló que quería estar entrenado para poder jugar con su hijo de tres años, que lo tiene siempre en movimiento.
El actor tal vez se ha tomado en serio el deseo del director Miguel Artera de hacer con él la comedia "Fat man". En ella, un hombre de 800 libras se enamora de un enfermera que lo tiene que ayudar a bajar 200 libras (362 kg). No sería la primera vez que Adam hace de gordo: también lo fue en Click, una película que se estrenó en 2006.
