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Curso acelerado para mejorar la memoria

¿Qué darías por recordar el nombre de ese actor o esa actriz que actúan en esa película que tanto te gustó cuando eras joven? ¡Buenas noticias! No eres el único que sufre estos “olvidos”. Y de hecho, hasta podrías hacer un curso para recordarlo, no sólo al nombre del actor sino para mejorar la capacidad de tu memoria.
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¿Quieres recordar? Haz ejercicio…mental

Esa es la propuesta de la psicológa argentina Marcia Caldentey, de 41 años, que con otra colega, Lic. Stella Maris Genez, diseñaron un curso para mejorar la memoria. “Lo que ofrecemos es un programa de entrenamiento de las funciones cognitivas, que son la atención, la concentración y la memoria. Es decir, todo lo que necesitamos para manejarnos en la vida cotidiana”.
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Cuando los olvidos preocupan...

A partir de los 65 años, cuando empieza la vejez, se empiezan a notar fallas en la memoria, debido a que hay una “merma” de la agilidad mental. “Esto es igual a lo que pasa en lo físico. El cuerpo ya no responde como cuando tenía 30 años. Lo mismo pasa con la mente”. Pero no todo está perdido...
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¿Cómo mantener la mente en forma?

"En principio, tiene que ver el tema de la jubilación, al dejar de trabjar se pierde un poco el ritmo. Además hay cambios de roles: el que se retira, empieza a perder esa “gimnasia mental” que implicaba el trabajo. Entonces en función de eso armamos el taller, que es un programa de ejercicios para mantener activas las neuronas", describe la psicóloga.
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¿Todos los olvidos son iguales?

"Es importante distinguir de qué olvido se trata: en estos casos la consulta con el neurólogo es fundamental. Nosotros trabajamos con olvidos “benignos”, que son por falta de atención, concentración o estímulo. En contrapartida están los olvidos “malignos”, relacionados con patologías como el Alzheimer, entre otras".
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El mecanismo de la memoria

Se pueden diferenciar tres etapas: registro (donde intervienen los sentidos, el interés, la motivación, la atención y la concentración), consolidación (se organiza la información) y recuerdo o evocación. El curso de la memoria se apoya en las funciones cognitivas que entran en juego en cada una de estas etapas. Y luego, ¡sólo restará disfrutar de los lindos recuerdos!
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¿Cómo se estimula la memoria?

La memoria se puede mejorar trabajando desde distintos aspectos y con diferentes tipos de ejercicios: usamos imágenes, desafíos matemáticos, juegos con palabras, estimulación olfativa, auditiva. El objetivo principal es ejercitar la mente y activar las neuronas. "Las conexiones y redes neuronales se estimulan con la actividad mental".
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Otros beneficios adicionales

Según la Lic. Marcia Caldentey, además de “agilizar” la mente, los adultos que concurren a este tipo de cursos consiguen otro tipo de beneficios: encontrarse con pares y darse cuenta que hay otros a los que les pasan exactamente las mismas cosas. Enriquece el vocabulario, favorece la comunicación, aumenta la autoestima y cultiva el sentido del humor.

Para todas las edades

Y aunque los ejercicios están planteados para mayores de 65 años, cualquier adulto que quiera mejorar su memoria puede hacer estos ejercicios. “Tengo una alumna que tiene 94 años”, dice la psicóloga. Aunque admite que cada vez hay más personas jóvenes que llegan a hacer el curso. Pero en estos casos no se trata de falta de estimulación sino de “estrés”.
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La memoria es selectiva

Lo primero que hay que saber para recuperar la memoria es que…la memoria es selectiva. “Uno no se acuerda de todo. La motivación, el interés, la necesidad hacen que uno recuerde determinados cosas y otras no”, explica la experta. En otras palabras: nuestra mente “elige” lo que quiere recordar.
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¿Cómo ayudar a la mente a recordar?

“Si a uno le interesa recordar algo, tiene que ayudar a la mente a recordar. Por eso se trabaja la atención y la concentración, que son los pilares de la memoria”. También es fundamental ser organizado, para ayudar a mejorar la memoria y evitar olvidos.
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No me acuerdo del nombre de ese actor…

Es uno de los problemas de memoria más recurrentes entre las personas mayores y no tanto. Sin embargo, según la licenciada Marcia Caldentey, esto sucede porque esa información no es relevante para nuestras vidas. “El nombre del actor no nos suma ni resta nada a nuestras vidas”.
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Lección #1: No hacer muchas cosas a la vez

“Esto es un error y se nota más en la vejez. La gente más joven lo siente pero enseguida lo justifica. Por eso en el taller damos pautas para que la gente aprenda: no se pueden hacer muchas cosas al mismo tiempo, procuremos hacer una cosa para focalizar la atención en eso”. Si ponemos algo en el fuego mientras bañamos a nuestro bebé y hablamos por teléfono, es probable que la comida se queme…
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Lección #2: Focalizar la atención en lo que estamos haciendo

Si estamos mirando la televisión y alguien nos llama por teléfono, es muy probable que: o no entendamos lo que pasó con la novela o la película, o que al cortar el teléfono, no recordemos en detalle lo que nos contó nuestro amigo o, peor aún, dónde quedamos que nos encontraríamos y cuándo…O hablamos por teléfono o miramos la televisón. ¡Una cosa a la vez!
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Lección #3: No me acuerdo dónde dejé los lentes

O las llaves del auto o la billetera…Para estas situaciones, en el curso de la memoria son muy claros: “cada cosa en su lugar”. Elige un lugar para colgar las llaves, otro para dejar el teléfono, otro para guardar el dinero. Es decir, cada vez que entres a tu casa, acostúmbrate a apoyar o guardar cada cosa en el mismo lugar. Verás cómo nunca más pierdes las llaves o los lentes.
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Lección #4: No me acuerdo ni lo que leo…

Esto es lo que le dijo una alumna a la licenciada Marcia Caldentey cuando empezó el curso para mejorar la memoria. Enseguida, relató que ella leía para dormirse: “ella no leía porque le importase el libro sino como inductor del sueño”. Ella leía sin prestar atención, por eso no recordaba lo que había leído.

Lección #5: ¡Me olvidé del cumpleaños de mi hermana!

Para que no se te pase ningún evento ni fecha importante, es fundamental anotar todo en una agenda. A la mañana, mientras desayunas y a la noche, antes de irte a dormir, puede resultar un buen ejercicio repasar qué tienes agendado esa semana. Esto te ayudará a organizarte y a que no llegue el día y ni siquiera hayas comprado el regalo.
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Lección #6: ¡No me salen las palabras!

Para mejorar la memoria es importante ejercitar la mente. ¿Cómo? A través de crucigramas, rompecabezas, sudoku, sopa de letras. Cuanto más ejercitemos la mente, más agilidad conseguiremos tener. Es importante ofrecerle a la mente desafíos y situaciones nuevas.
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Lección #7: Lo tengo en la punta de le lengua

Cuando hay un nombre o palabra que queremos recordar, un recurso que ayuda y mucho es la asociación. Es decir: pensar en ideas que pueden llevarnos a esa palabra. Muchas veces, con sólo relajarse aparece la palabra. Volviendo al tema del nombre del actor, puede ayudar preguntarse: en qué película trabajó, con quién, de qué color tiene el cabello.
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Lección #8: Si me hago un recordatorio, ¿hago trampa?

En absoluto, dice Marcia Caldentey. Todos los recursos “ayudan” y de hecho, según la experta, esto no es hacer trampa ya que lo importante es…acordarse de eso que es importante. Por eso, poner un post it en el refrigerador, anotarse en la agenda o ponerse una alarma en el teléfono celular, ¡todo sirve!
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¡Pon en forma tu mente!

El taller de la memoria tiene una frecuencia semanal e incluye ejercicios simples que luego van volviéndose cada vez más complejos. Es decir que si quieres mejorar tu memoria, tal vez sea la hora de que ejercites tu concentración y atención.
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