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Cómo arruinar tu sonrisa
Por vwolman@holadoctor.net
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¿Estás arruinando tu sonrisa sin darte cuenta? ¿Sabías que el jugo de limón puede perjudicar tus dientes o que morderte las uñas es malo para tu dentadura también? Te proponemos repasar uno a uno los enemigos de tu sonrisa, tanto los que la ponen en peligro inmediato como los que atentan contra ella a largo plazo.
La gente que chupa un limón como si fuese un helado, no sabe que está poniendo en riesgo su dentadura, ya que los limones son muy ácidos y tiene poder abrasivo importante, como para ponerlo en contacto directo con el diente. La acidez corroe el esmalte dental. La exposición repetida a las sustancias ácidas puede erosionar el esmalte y crear una superficie rugosa en el diente, explican los expertos.
Cómo utilizar el limón
Si bien el limón ayuda a blanquear los dientes, por su poder abrasivo, para utilizarlo de esta forma, hay que mezclar el jugo de limón con bicarbonato de sodio, y cepillar los dientes con suavidad. Al finalizar, lava normalmente la dentadura con dentífrico.
El hábito de chuparse el dedo
La costumbre o hábito de succionar el pulgar puede traer consecuencias a largo plazo, ya que puede afectar en forma permanente la estructura de la mandíbula y a los dientes. El chuparse el dedo puede desalinear los dientes y eso traer una serie de dificultades como problemas para masticar y respiratorios, explica la Asociación Dental Americana (ADA).
Un cepillado fuerte
No cepilles tus dientes en forma muy intensa, recomiendan los expertos. Si bien el cepillado es parte de la salud dental, si es muy intenso puede traer más problemas que beneficios, ya que puede erosionar el esmalte, irritar y lastimar las encías, volver muy sensibles a tus dientes y hasta causar caries.
El cepillo es importante
Para evitar estos problemas la ADA recomienda hacerlo dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves. El tamaño y la forma del cepillo deben adaptarse a su boca y llegar a todas las zonas con facilidad. Sustituye el cepillo de dientes cada tres o cuatro meses, o antes si se las cerdas se desgastan. Un cepillo de dientes desgastado no servirá para limpiar los dientes.
El rechinar de dientes
El bruxismo o cuando una persona aprieta los dientes o los hace rechinar, es una forma de liberar estrés y tensiones. Si causa dolor y otros problemas, los expertos de la Biblioteca Nacional de Medicina lo relacionan también con la postura, la capacidad de relajarse, la dieta, los hábitos de sueño y el desaliño de los dientes.
Los riesgos para la sonrisa
Este apretar los dientes puede ejercer presión sobre los músculos, tejidos y otras estructuras alrededor de la mandíbula, causar problemas de la articulación temporomandibular y hasta provocar pequeñas fracturas dentales, así como también romper coronas, pastas y otros trabajos dentales previamente realizados.
Cuidado con el hielo
El hábito de masticar hielo con los dientes puede ser devastador para tu sonrisa. El cubo asesino, llaman los odontólogos a los cubos de hielo, ya que los dientes no están diseñados para romper cosas, ni atravesarlas sino para masticar y triturar cosas blandas.
Tus dientes no son una tenaza
Mucha gente utiliza sus dientes como una herramienta más, y en ese sentido, abren botellas, cortan hilos, abren paquetes de papas fritas. Los especialistas advierten que los dientes son para tres cosas: masticar comidas, hablar adecuadamente y lucir bien al sonreír. Utilizar los dientes como una herramienta es muy peligroso ya que pueden partirse, advierten.
El lápiz
Para algunas personas el llevarse objetos a la boca es más que una costumbre y tienden a mordisquearlos como forma de distracción o de liberar tensiones. La presión que se ejerce sobre los dientes con estos objetos puede hacer mover un diente o romperse.
¿Y las uñas?
No sólo tus manos lucirán feas y tus uñas debilitadas a causa de la saliva, sino que también pones en riesgo la higiene y la integridad de tu dentadura que tanto trabajo te ha costado mantener. La gente que se come las uñas en general lo hace en forma crónica, con lo cual es un hábito muy difícil de combatir y a la vez que puede traer consecuencias a largo plazo.
Las gaseosas enemigas
¿Eres de las personas que toman gaseosa todo el tiempo y andan de un lado al otro con la latita en la mano? Piénsalo dos veces antes de volver a hacerlo, ya que las bebidas carbonadas son de muy ácidas y constituyen un verdadero enemigo del esmalte dental, sobre todo al largo plazo también para tus encías. "Es un baño de ácido para los dientes".
Ojo con el palillo
El palillo dental es un instrumento de higiene, pero el problema es que la mayoría de las veces vemos salir sangre de las encías al escarbar y eso significa que las hemos lastimado. Asegúrate de ser cuidadoso y delicado, los expertos dicen que nada de lo que hagas a tus dientes o encías debería doler o lastimar.
El cepillado correcto
Coloca el cepillo de dientes formando un ángulo de 45° con las encías y muévelo hacia adelante y atrás suavemente con movimientos cortos que cubran los dientes por completo. Cepilla los dientes por las superficies exteriores, las interiores y las de masticar. Realiza movimientos arriba y abajo. Cepíllate la lengua para eliminar las bacterias y mantener el aliento fresco.
El hilo dental
Limpiarse entre los dientes a diario con seda dental o un limpiador interdental es muy beneficioso. Las bacterias que causan la caries sobreviven entre los dientes, allí donde las cerdas del cepillo no alcanzan. Esta limpieza ayuda a eliminar la placa y las partículas de alimentos de entre los dientes y bajo la línea de las encías.
Otras medidas preventivas
Sigue una dieta equilibrada, presta especial atención a las bebidas oscuras que pueden manchar tus dientes y limita los tentempiés entre comidas. Visita al dentista frecuentemente para limpiezas y chequeos bucales profesionales. Ellos te recomendarán productos de higiene aprobados por la ADA.