Es importante llenar el tanque de tu cuerpo de forma adecuada si quieres mantenerlo funcionando a pleno. Los alimentos que consumes proporcionan muchos tipos de macronutrientes que proporcionan la energía (o calorías) que tu cuerpo necesita para funcionar. Conoce los 7 nutrientes que tu cuerpo espera para mantenerse energizado y qué función cumple cada uno.
1. Los carbohidratos
Los carbohidratos simples se absorben rápidamente para obtener energía. Pueden ser simples o complejos. Los carbohidratos simples son los azúcares que se encuentran en las frutas, miel, leche y otros productos lácteos. También incluyen los azúcares agregados durante el procesamiento y refinación de alimentos.
Los carbohidratos complejos
También conocidos como almidones, los carbohidratos complejos contienen muchas vitaminas, minerales y fibra. Sin embargo, cuando son refinados pierden muchos nutrientes importantes, junto con sus beneficios. Se encuentran principalmente en granos enteros, pasta, papas, frijoles y vegetales.
2. Las grasas
Las grasas son una fuente importante de energía (o calorías) y ayudan al cuerpo a absorber algunas vitaminas. Por esa razón no hay que eliminarlas, sino consumir las grasas buenas. Éstas forman un componente natural de varios alimentos, y vienen en diferentes formas. Los aceites de cocina son una forma de grasa. También se encuentra en la carne, lácteos, aves y pescado, y en los aguacates, nueces y aceitunas.
3. Las proteínas
Construyen y reparan las estructuras corporales, producen sustancias químicas del cuerpo, transportan nutrientes a las células y ayudan a regular los procesos naturales. Están compuestas por elementos básicos llamados aminoácidos de dos tipos: los que el cuerpo puede generar (aminoácidos no esenciales) y los que solo pueden obtenerse a partir de los alimentos, los esenciales.
¿Dónde se encuentran?
Las mejores fuentes de proteínas son la carne de magra de ternera, las aves, el pescado, los huevos, los productos lácteos, los frutos secos, los cereales y las legumbres, como las alubias rojas y otras.
4. Vitaminas
Muchos alimentos contienen vitaminas, como la A, complejo B, C, D, E y K. Las vitaminas ayudan al cuerpo a usar carbohidratos, grasas y proteínas. También ayudan a producir células sanguíneas, hormonas, material genético y sustancias químicas para el sistema nervioso. Las deficiencias de estas vitaminas conducen a diversas enfermedades.
¿Cómo consumir más vitaminas?
La mejor manera de obtener suficientes vitaminas es mantener una dieta balanceada con alimentos variados. Si consumes alimentos de los principales grupos alimentarios, estarás obteniendo las que necesitas.
5. Los minerales
El calcio, magnesio y fósforo son importantes para mantener la buena salud de los huesos, los dientes, el corazón y cerebro. El sodio, potasio y cloruro, conocidos como electrolitos, ayudan a regular el equilibrio del agua y los químicos del cuerpo. Tu cuerpo necesita cantidades más pequeñas de minerales como hierro, yodo, zinc, cobre, fluoruro, selenio y manganeso, conocidos como minerales traza.
¿Dónde encontrarlos?
El calcio está presente en los lácteos y las verduras de hoja verde; el cloro y el sodio en la sal de mesa; el magnesio en la carne, pescado, verduras verdes y productos lácteos; el fósforo en los productos lácteos, pescado, carne, aves de corral, verduras y huevos; y el potasio en las verduras y frutos secos.
6. El agua
Es un componente nutricional vital. El agua juega un papel importante en casi todas las funciones principales del cuerpo. Regula la temperatura corporal, transporta los nutrientes y las células de oxígeno a través del torrente sanguíneo y ayuda a transportar los desechos. El agua también ayuda a amortiguar las articulaciones y protege los órganos y tejidos.
7. La fibra
Es la parte de los alimentos vegetales que tu cuerpo no absorbe. Hay dos tipos principales: solubles e insolubles. La fibra soluble ayuda a reducir el colesterol, disminuye el aumento del azúcar en la sangre y agrega volumen a las heces. Está en las frutas cítricas, manzanas, peras y ciruelas, avena, salvado de avena, cebada, frijoles y guisantes secos.
La fibra insoluble
También agrega volumen a las heces, estimula el tracto gastrointestinal y ayuda a prevenir el estreñimiento. Se encuentra en muchas verduras, salvado de trigo y panes integrales, pastas y cereales.