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10 mitos sobre enfermedades cardíacas
Por HolaDoctor
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¿Cuánto sabes del corazón?
Tal vez piensas que sólo corren peligro las personas mayores, pero la verdad es que el riesgo cardíaco afecta a personas de cualquier edad. La enfermedad cardiovascular mata a más americanos cada año, que cualquier otra. En el Mes del Corazón, conoce los mitos más comunes, según los define la Asociación Americana del Corazón.
1: “Soy demasiado joven para tener problemas cardíacos”
Falso. La forma en que vives ahora afecta tu riesgo de enfermedades cardiovasculares en el futuro. En la niñez y la adolescencia, la placa acumulada en las arterias las obstruye. 1 de cada 3 americanos tiene enfermedad cardiovascular, pero no todos son personas mayores.
La gente joven y de mediana edad también puede desarrollar problemas de corazón, sobre todo ahora que la obesidad, la diabetes tipo 2 y otros factores de riesgo se hacen más comunes en los jóvenes, según la Asociación Americana del Corazón.
Falso. Llaman el asesino silencioso a la hipertensión porque no presenta síntomas. El modo de saber si tienes la presión arterial alta es chequearla con un aparato. La hipertensión no tratada puede causar un infarto, paro, daño del riñón y otros problemas serios de salud.
Versos saludables (del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre)
La diabetes y la presión arterial alta
son cosas que no nos hacen falta.
El sobrepeso y un alto nivel de colesterol,
la vida sedentaria y beber demasiado alcohol,
¿y qué decir de la mala alimentación?
son cosas que atentan ¡contra nuestro corazón!
3 “Sabré cuando tengo un infarto por el dolor del pecho. "
No necesariamente. Aunque sea común tener dolor del pecho o molestias, un infarto puede causar otros síntomas como dificultad al respirar, náuseas, mareos y dolor en uno o ambos brazos, la mandíbula, el cuello o la nuca. Incluso si no estás seguro, llame a emergencias de inmediato.
Si las arterias coronarias están obstruidas por acumulación de grasa o colesterol, se forma una placa. Cuando se rompe, se forma un coágulo que bloquea la arteria y cierra el flujo de sangre hacia el corazón. Al ser privado de oxígeno, se daña el músculo del corazón: a eso se le llama infarto. (Instituto del Corazón, los Pulmones y la Sangre)
4 “La diabetes no amenaza mi corazón, estoy medicado”
Falso. El control de la diabetes ayuda a reducir tu riesgo de enfermedades cardíacas, pero aun con niveles normales, hay peligro. Es porque los mismos factores que iniciaron la diabetes, son los causantes de la enfermedad cardiovascular: hipertensión, sobrepeso, inactividad física y fumar.
La Asociación Americana del Corazón recomienda comenzar a prevenir el infarto a los 20 años. Y los mayores de 40 o con factores de riesgo, deben calcular la probabilidad de enfermedad en los próximos 10 años. La prevención es crítica: mientras más pronto comiences, más tiempo y más fuerte latirá tu corazón!
Aunque la gente con herencia familiar de problemas cardíacos esté en riesgo más alto, puede tomar medidas para reducirlo drásticamente. Mantén tu corazón sano de esta forma: haz actividad física, controla el colesterol, come sano, cuida la tensión arterial, mantén un peso adecuado, controla la glucemia y deja de fumar.
La enfermedad cardíaca es la causa principal de muerte y una de las principales de incapacidad en Estados Unidos. Anualmente, más de 600,000 personas fallecen por este factor. Representa cerca del 26% de todas las muertes, según informa el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, sigla en inglés).
6 “No debo controlar mi colesterol hasta la mediana edad”
Falso. La Asociación Americana del Corazón recomienda comenzar a controlar el colesterol a la edad de 20 años. Pero se debe empezar antes si la familia tiene tendencia a problemas cardíacos: estos niños pueden tener altos niveles de colesterol que los pone en riesgo para el futuro.
Algunas familias tienen un trastorno genético común: la hipercolesterolemia. Causa niveles elevados de colesterol lipoproteína de baja densidad (LDL), que aumenta el riesgo de padecer una enfermedad cardiaca coronaria prematura o la muerte, informa el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, sigla en inglés).
Aproximadamente 1 de cada 500 personas en Estados Unidos padece de hipercolesterolemia familiar. Es poco diagnosticada y tratada en forma inadecuada. Sin embargo, se puede detectar con facilidad a través de un ensayo cascada o seguimiento familiar, según datos de los CDC.
No, con el paro cardíaco el corazón sigue trabajando, pero no bombea la sangre tal como debería.Causa dificultad para respirar, hinchazón en los pies y tobillos y tos persistente. Durante el paro cardíaco, una persona pierde la conciencia y cesa la respiración normal.
Muchas veces no. El dolor de piernas podría ser el signo de una condición llamada enfermedad arterial periférica, que es causada por la acumulación de placa en las arterias. El riesgo de ataque cardíaco o de derrame cerebral es cinco veces mayor para las personas con esta enfermedad.
El porcentaje de estadounidenses que sufre de enfermedad cardiaca continúa en descenso en los últimos cinco años, según una investigación de los CDC. La mejora de tratamientos para la hipertensión y el colesterol alto, y la merma del tabaquismo, explicarían esta tendencia.
9 “Mi corazón golpea muy rápido, quizá tengo un infarto”
Alguna variación en tu ritmo cardíaco es normal. Los latidos se aceleran durante el ejercicio y se reducen cuando duerme. Un cambio en los latidos no es nada para preocuparse, pero a veces, puede tratarse de arritmia, que de persistir o ser demasiado frecuente, merece una consulta al médico.
Las tasas más bajas de enfermedad cardíaca se observan en personas más jóvenes (menores de 65) y en aquéllas con una educación superior. Las mujeres tienen tasas más bajas que los hombres, con 4.6 y 7.8 por ciento, respectivamente, indica un informe de 2011 de los CDC.
10 “Debo evitar el ejercicio después del infarto”
No!. Cuanto antes empieces un plan de movimiento adaptado para tí, mejor. La investigación muestra que los sobrevivientes de infarto que son físicamente activos, gozan de corazones sanos por más tiempo. La actividad de intensidad moderada es muy beneficiosa.
La Asociación Americana del Corazón recomienda realizar al menos 2 horas y media de actividad física de intensidad moderada cada semana. Consulta a tu médico sobre un plan adecuado, o pide a un especialista que te diseñe una guía de actividad física acorde a tu condición.