A pesar que los riñones tienen el tamaño de un puño, en su interior podemos encontrar millones de estructuras llamadas nefrones. Estas cumplen un rol muy importante: filtrar la sangre para determinar lo que se transformará en orina. Sin embargo, su funcionamiento puede verse afectado por malos hábitos o dietas poco saludables. Para evitar esos problemas, te contamos que alimentos debes incorporar.
A la enfermedad renal crónica (ERC) se la considera la enfermedad silenciosa, debido a que no muestra síntomas de advertencia. En la ERC los riñones no filtran adecuadamente la sangre, por lo que se produce una acumulación de desechos en nuestro cuerpo, afectando su funcionamiento. Actualmente, no existen tratamientos que puedan curar esta enfermedad, aunque si pueden retrasarla.
Los desechos del organismo son generados por los alimentos que consumimos. Además, algunos factores responsables de la ERC, como la hipertensión o los niveles elevados de azúcar, también son influenciados por nuestra alimentación. Los expertos consideran importante llevar adelante una dieta saludable para favorecer un buen funcionamiento urinario. Estas son opciones que puedes incorporar:
Ajo
Uno de los principales factores que debemos limitar a la hora de cuidar nuestros riñones, es el sodio. Por ello, el ajo se muestra como una excelente opción, ya que representa una alternativa saludable de la sal. Este alimento puede sumar sabor a tus platos, además de manganeso, vitamina C y B6.
Son más dulces que sus primas las papas y también son ricas en fibra, lo que permite que se descompongan lentamente y no alteren los niveles de insulina. También tienen vitaminas y minerales, como el potasio, que las vuelve aliadas ideales para controlar los niveles de sodio. Sin embargo, los especialistas recomiendan reducir su consumo cuando ya se padece ERC.
Bayas
¿Es posible saciar un antojo azucarado sin dañar la función de los riñones? Por supuesto, solo debes variar entre diferentes bayas, como arándanos, frambuesas, fresas o zarzamoras. Estos frutos son ricos en antioxidantes, llamados antocianinas, que favorecen la salud celular, y así, garantizan una buena función urinaria.
Macadamia
Por su alto contenido de fósforo, los frutos secos no se recomiendan a las personas que siguen una dieta renal. Sin embargo, existe uno que si puede ser beneficioso: la nuez de macadamia. No solo tienen un menor contenido de este nutriente, sino que también ofrecen grasas saludables, vitamina B y ayudan a reducir el colesterol.
Manzanas
Las manzanas contienen una fibra soluble llamada pectina, que es capaz de reducir el colesterol. Pero este no es su único beneficio, ya que la pectina también ayuda a disminuir algunos factores de riesgo de daño renal, como los niveles altos de azúcar en sangre y la presión arterial.
Pescado graso
Nuestro cuerpo no puede producir ácidos grasos Omega 3, por eso debemos obtenerlos de la dieta. El salmón, atún, caballa o sardina son buenas fuentes para obtener estas grasas saludables. Además, ayudan a disminuir la presión arterial, un factor de riesgo para la enfermedad renal.
Uvas
Las uvas son una gran opción para prevenir la ERC, ya que su jugo combina bajos niveles de azucares y es rico en antioxidantes. Esto ayuda a combatir el estrés oxidativo que afectan a los riñones. También mejora la salud arterial, favoreciendo la circulación sanguínea.
Vegetales de hoja verde
Preferentemente aquellos de hojas oscuras, como la espinaca, col rizada, acelga, rúcula o apio. La combinación de fibra, vitaminas y antioxidantes que poseen los vuelve claves a la hora de prevenir daños en los riñones. Pero debemos controlar su consumo, ya que en exceso puede favorecer la inflamación.
De la misma forma que existen alimentos que pueden beneficiar la salud de los riñones, otros pueden dañarla. Los hallazgos de distintas investigaciones señalan que deberíamos reducir el consumo de carnes rojas, aguacates, productos salados, bebidas azucaradas, plátanos, conservas, embutidos y alcohol para cuidar nuestra salud renal.
Recuerda
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Fuentes consultadas:
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional
de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Departamento de Agricultura de EE.
UU., Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y
Renales, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.