Charlie Sheen: ¿hay que revelar el estatus de VIH?

Para muchos no fue sorpresa: tras años de públicos excesos, declaraciones sobre uso de drogas, bizzaros videos, el actor Charlie Sheen contó en el programa Today (foto arriba) el martes 17 de noviembre que es portador del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

Pero este gran detalle de la historia clínica del protagonista de Platoon no sólo muestra que Hollywood no vive en una torre de cristal alejada de las enfermedades infecciosas, sino que callar la condición de portador del virus que causa el sida tiene un precio. Y es alto.

Charlie Sheen: ¿hay que revelar el estatus de VIH?
Getty Images | Foto: GETTY IMAGES

Sheen contó al conductor Matt Lauer que pocas personas sabían del diagnóstico que ocurrió hace cuatro años, y que a algunas de estas personas tuvo que pagarle millones para que no lo contaran.

Es cierto, no todos tienen la presión de una estrella, el VIH no es un bien de cambio para la gente común. Pero sí, el derecho a no hacerlo público, y a mantenerlo como parte de una crítica conversación privada con las parejas sexuales.

Cada individuo tiene derecho sobre su información de salud: quién mira su historia clínica, con quién se comparten los datos médicos, e incluso si hay información que el paciente no quiere que se divulgue. Éste es un derecho protegido por una ley federal promulgada en 1996, llamada Health Insurance Portability and Accountability Act (HIPAA).

Esta ley protege incluso contra acciones que pueden no ser intencionales, pero perjudicar la confidencialidad, por ejemplo: si una enfermera revela un resultado de VIH a una persona, en una sala de espera, en donde hay otros pacientes que pueden escucharlo.

Según explica el sitio del gobierno aids.gov, por ley, los proveedores de salud deben informar al departamento de salud estatal cada nuevo caso de VIH. Esto permite recolectar información que ayuda a monitorear el número de casos. 

Algunos estados tienen leyes que obligan a informar el estatus de VIH positivo a la pareja sexual o a la persona con la que se comparte jeringas, en el caso de adictos a drogas intravenosas. También se puede considerar un crimen si no se informa a la pareja la condición de seropositivo.

Más allá de todo, y más que cualquier otra condición, el VIH suele mantenerse en secreto. A pesar de que los cócteles de drogas transformaron a la infección en una condición crónica altamente tratable, el estigma de los primeros tiempos de la epidemia persiste. El miedo a la discriminación, a perder el trabajo, a ser aislado, muchas veces es más fuerte que cualquier ética individual.

Sheen no es la primera estrella que hace público que porta el VIH. El 16 de julio de 1985, el actor Rock Hudson reveló al mundo que tenía sida: el estadío más avanzado de la infección por VIH. Freddie Mercury, el líder del grupo de rock británico Queen negó durante años el ser portador, para admitirlo dos días antes de su muerte, que ocurrió el 24 de noviembre de 1991. 

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