JUEVES, 22 de junio de 2023 (HealthDay News) -- Consumir ácidos grasos omega 3, como el aceite de lino y las nueces, podría ayudar a ralentizar el declive en el funcionamiento físico relacionado con la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), sugiere una nueva investigación.
La ELA (antes conocida como enfermedad de Lou Gehrig) es una afección neurodegenerativa progresiva que afecta a las células nerviosas del cerebro y la espina dorsal. Las personas con ELA pierden la capacidad de iniciar y controlar el movimiento muscular con el tiempo. Su esperanza de vida promedio tras el diagnóstico es de dos a cinco años. 
Un deterioro más lento de los síntomas podría también alargar un poco la supervivencia de las personas con ELA, anotaron los investigadores.
Los hallazgos del nuevo estudio se publicaron en la edición en línea del 21 de junio de la revista Neurology.
"El vínculo que nuestro estudio encontró entre la dieta y la ELA es interesante, y sugiere, aunque no prueba, que las personas con ELA podrían beneficiarse al incorporar más ácidos grasos omega 3 a su dieta", planteó el Dr. Kjetil Bjornevik, profesor asistente de epidemiología y nutrición de la Facultad de Salud Pública T.H Chan de la Universidad de Harvard, en Boston.
"Ahora será importante realizar investigaciones adicionales que observen de forma específica al ácido graso alfa-linolénico omega 3 de origen vegetal en las personas con ELA, para explorar más esta posibilidad", planteó Bjornevik en un comunicado de prensa de la revista.
Además del aceite de lino y las nueces, entre otras buenas fuentes de ácidos grasos omega 3 se encuentran el aceite de canola y las semillas de calabaza.
Consumir más ácidos grasos omega 6 también podría ser beneficioso, encontraron los investigadores.
Para estudiar el vínculo entre la dieta y la ELA, los investigadores dieron seguimiento a 449 personas con ELA durante 18 meses. La edad promedio de los participantes era de 58 años. Al final del periodo del estudio, alrededor de un 28 por ciento habían fallecido.
Los investigadores analizaron los ácidos grasos omega 3 en la sangre de los participantes, y los agruparon en cuatro categorías, desde el nivel más bajo hasta el más alto.
También evaluaron 12 aspectos del funcionamiento físico de los participantes, que incluyeron tragar, hablar y masticar; la capacidad de utilizar los músculos en las manos, los brazos, las piernas y el torso; y la función respiratoria.
Las puntuaciones totales fueron de cero a 48, y unas puntuaciones más altas indicaban un mejor funcionamiento y unos síntomas menos graves.
Un ácido graso omega 3 llamado ácido alfa-linolénico fue el más beneficioso. Se puede encontrar en el lino, las nueces, la chía, el cáñamo y en muchos aceites vegetales comunes.
Los participantes que tenían la cantidad más alta de ácido alfa-linolénico tuvieron una puntuación promedio de 38.3 al inicio del estudio. Los que tenían la cantidad más baja tuvieron una puntuación promedio de 37.6.
Menos personas del grupo con el nivel más alto de ácido alfa-linolénico murieron durante el estudio: en ese grupo hubo 21 muertes (un 19 por ciento), en comparación con el grupo con el nivel más bajo, que tuvo 37 muertes (un 33 por ciento).
Los que tenían la concentración más alta de ácido alfa-linolénico tuvieron un riesgo de morir un 50 por ciento más bajo durante el periodo del estudio, en comparación con las personas con la cantidad más baja, mostraron los hallazgos.
Unos niveles más altos de un ácido graso omega 3 llamado ácido eicosapentaenoico también se asociaron con un riesgo más bajo de morir durante el periodo del estudio. Se puede encontrar en el pescado graso y en complementos de aceite de pescado.
Un ácido graso omega 6 llamado ácido linoleico, que se encuentra en los aceites vegetales, los frutos secos, las carnes, las semillas y los huevos, también se asoció con una mayor supervivencia, según el informe.
Los investigadores no tuvieron acceso a la dieta general ni al consumo de complementos de los participantes, lo que se considera como una limitación del estudio.
La Asociación de la ELA (ALS Association) financió la investigación.
Más información
Los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. ofrecen más información sobre la ELA.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: Neurology, news release, June 21, 2023
