Un par de compuestos presentes en los colorantes naturales extraídos de ciertos líquenes ayudaría a evitar el deterioro mental y neuronal asociado con la enfermedad de Alzheimer, según un estudio llevado a cabo por investigadores alemanes.
En estudios in vitro, se probaron dos compuestos colorantes, la orceína, de color rojo, y el O4, de color azul. Ambas sustancias demostraron ser capaces de modificar la forma en que se comportan ciertas proteínas en el cerebro.

Puntos clave
- Ciertos colorantes naturales servirían para tratar el Alzheimer.
- Funcionarían modificando ciertas proteínas en el cerebro.
- Harían falta estudios para desarrollar un tratamiento a base de estas sustancias.
"Existen pequeñas proteínas que serían tóxicas para el cerebro. Sin embargo, sólo son tóxicas mientras son pequeñas, y la orceína y el O4 lograrían convertirlas en proteínas grandes e inofensivas rápidamente", explica el profesor Erich Wanker, del Centro de Medicina Molecular en Berlín.
Según los investigadores, estas proteínas tóxicas, al provocar diversos daños neuronales y cognitivos, estarían relacionadas con enfermedades como la de Alzheimer, el mal de Parkinson y el mal de Huntington.
Para el profesor Wanker, la orceína y el O4 representan una nueva manera de combatir los daños en el cerebro relacionado con el Alzheimer, pues ayudarían a combatir la pérdida de memoria y a detener el avance de la enfermedad.
Sin embargo, los investigadores consideran que aún hacen falta estudios clínicos para determinar los beneficios y efectos de estas sustancias, y analizar la posibilidad de desarrollar un tratamiento a partir de ellas.