Las estatinas, drogas para controlar el colesterol, estarían relacionadas con un mayor riesgo de padecer diabetes tipo dos, halló un estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts.
Para el estudio se dio seguimiento durante 12 años a 154,000 mujeres. Los investigadores observaron que aquellas que habían tomado estatinas tenían hasta 48 por ciento más riesgo de diabetes tipos dos, en comparación con las mujeres que no habían tomado la droga.
Puntos clave
- Las estatinas estarían vinculadas con un mayor riesgo de diabetes.
- Especialistas recomiendan sólo tomarlas si son necesarias.
- ¿Cómo saber si necesitas tomar estatinas?
La estatinas son medicamentos altamente efectivos para reducir los niveles altos de colesterol y evitar infartos y accidentes cerebrovasculares. "Sin embargo, mucha gente las ve como una píldora mágica, y podrían estar tomándolas sin necesitarlas realmente", explica el Dr. Yunsheng Ma, director del estudio.
Debido a que las estatinas provocarían cambios en el metabolismo, como resistencia a la insulna y aumentos en el nivel de glucosa sanguinea, la Dra. Annie Culver, farmacóloga de la Universidad de Massachusetts, recomienda "Evaluar objetivamente todos los riesgos antes de empezar un tratamiento con estatinas; en ocasiones optar por una dieta saludable y ejercicio sería la mejor opción".
Sin embargo, otros expertos aseguran que, si son administradas a los pacientes adecuados, los beneficios de las estatinas superarían los riesgos.
Según el Dr. Steven Nissen, cardiólogo de la Clínica Cleveland, "Este tipo de estudios no deben llevar a la gente a abandonar las estatinas: en pacientes con altos niveles de colesterol, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular, o en aquellos que han sufrido ya un infarto, las estatinas producen más beneficios que daños".
Ya en estudios anteriores se había encontrado un vínculo entre estatinas y diabetes, no obstante, los especialistas aseguran que aún hay que realizar investigaciones para conocer mejor los riesgos y determinar qué pacientes deberían seguir con estatinas y cuáles podrían optar por otras opciones de tratamiento.
