Los alimentos orgánicos también tienen químicos

Hoy en día es muy común oír hablar sobre los alimentos orgánicos, y los podemos encontrar en el supermercado, en tiendas naturistas, e incluso en los jardines y huertas de muchos que buscan cuidar su alimentación. A pesar de su popularidad creciente, hay muchas dudas alrededor de ellos: ¿qué son?, ¿son menos dañinos que los comunes?

En los últimos años la cultura de la salud ha ido creciendo notablemente, con una tendencia a querer sentirnos mejor, seguir una dieta balanceada, hacer ejercicio y adoptar hábitos que aseguren nuestro bienestar. Entre todos estos cambios, está el auge de consumir alimentos orgánicos. ¿Pero qué son?

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Para el Departamento de Agricultura de EE.UU., un alimento se considera orgánico si ha sido producido respetando algunos parámetros. Debe tener una certificación del Programa Nacional Orgánico, que avale que ha sido cultivado y procesado con métodos orgànicos y sustentables que promuevan la biodiversidad. No se permite el uso de pesticidas sinteticos, fertilizantes a base de petróleo o procesos de ingeniería genética, entre otros requisitos.

Estos alimentos son producidos entonces de manera más “natural”, por eso se cree que su consumo es menos nocivo para la salud. Pero, ¿en verdad significa menos riesgo?

Uno de los principales temores al consumir alimentos convencionales es que se utilizan pesticidas durante su producción, y se supone que una gran concentración de ellos en el organismo puede causar riesgos a la salud.

Pero según advierte el investigador F. Magkos, del Departmento de Nutrición y Dietas de la Universidad Harokopio, en Grecia, es muy complicado determinar el riesgo que implica la ingesta de alimentos convencionales. En su trabajo "Comida orgánica: ¿se compra seguridad o tranquilidad?" indica que hay otros factores implicados que no se toman en cuenta, que hacen prácticamente imposible cuantificar el eventual peligro.  

En 1993, la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) publicó una base de datos con la incidencia de los pesticidas en los alimentos. Y menciona que el porcentaje de pesticidas artificiales suele ser menor a la ingesta de productos químicos de origen natural. Esto significa que las plantas, frutas y verduras tienden a producir sustancias químicas para defenderse de predadores y plagas, por lo que, según la EPA, el 99.99% de los pesticidas que ingerimos a diario son de origen natural.

Así mismo, la cantidad de pesticidas que provienen tanto en los alimentos convencionales, como en los alimentos orgánicos, está muy por debajo de los estándares de seguridad alimentaria. Las investigaciones recientes no han encontrado diferencias significativas entre estos dos tipos de alimentos, tales como lo declara el estudio de 2009 “Calidad nutricional de los alimentos orgánicos: una revisión del Journal Americano de Nutrición", Y estudios realizados en la universidad de Stanford también enuncian que estos alimentos están menos expuestos a pesticidas pero su contenido de nutrientes es el mismo.

Otro problema que existe con los alimentos “orgánicos” es que si el proceso no está estandarizado conforme a las reglas de seguridad alimentaria e higiene pueden contener bacterias perjudiciales para la salud. Esto puede llegar a ser más dañino que los vestigios de fertilizantes y pesticidas de los alimentos convencionales. 

En el estudio “«Prevalencia de salmonella en pollos orgánicos certificados" publicado en 2005 el Journal de Protección Alimentaria se indica que en la carne de pollo proveniente de granjas orgánicas hay 5 veces más prevalencia de salmonella que en las granjas convencionales. 

Por todo lo enunciado, aún no existe suficiente evidencia que asegure en forma fehaciente que el consumo de alimentos orgánicos es más saludable que el de alimentos convencionales.