La carne, al igual que todos los alimentos, engorda si la comemos en exceso.
Si te comes dos chuletas, tu cuerpo obtendrá mucha más grasa y, por consiguiente, más calorías que si solo te comieras una chuleta. Asimismo, si prefieres comer chuletas en vez de lomo de cerdo o freír tu carne en vez de asarla, le estarás proporcionando más calorías a tu organismo.
“Ningún alimento como tal engorda. Un alimento no es necesariamente bueno ni malo, lo malo puede ser cómo lo comamos”, señaló el doctor Eleazar Lara-Pantin, especialista en nutrición de MiDieta™.
Y lo mismo pasa con la carne. “La carne es una fuente de proteína de muy buena calidad y como está establecido en las guías de alimentación de varios países latinoamericanos, los beneficios de los productos de origen animal pueden obtenerse comiéndolos en cantidades moderadas”, añadió el doctor Lara-Pantin. La carne también es fuente de hierro, vitaminas del complejo B y cinc.
Entre los tipos de carne favoritos en los países latinoamericanos se encuentra la carne de ave, de res, de cerdo y de cabra.
Entérate qué carne tiene menos grasa
Si, como a un gran número de latinos, te gusta la carne y no deseas dejar de consumirla, debes aprender a hacerlo de forma apropiada, puesto que la preocupación principal es su contenido de grasas y las calorías que éstas pueden aportarle al organismo.
El primer paso es seleccionar un buen corte de carne. Cada empaque de carne que se compra en el supermercado tiene detallado el tipo de carne, su valor nutricional, su corte y, muchas veces, su procedencia, entre otros datos. La clave es seleccionar los cortes magros. Estos cortes de carne no tienen grasa en exceso o grasa visible.
Ejemplos de cortes magros incluyen la falda ( flank steak) y el lomo de cerdo o de res. También se puede encontrar en el supermercado la carne molida sin grasa, la cual tiene un 40 por ciento menos grasa que la carne molida regular, y la carne magra para hamburguesa. De igual forma, se puede comprar la carne de ave, como el pollo y el pavo, sin piel.
La carne magra sin grasa visible aporta más o menos la misma cantidad de calorías, sin importar el animal del que proviene. Por ejemplo, si se comparan 100 gramos de carne magra de res y 100 gramos de pollo, la carne de res no engorda más que el pollo.
En los Estados Unidos se dividen las carnes magras en diversos cortes ( cuts, en inglés). Entre éstos, se recomienda seleccionar las carnes magras de corte choiceo select. El selecttiene de 5 a 20 por ciento menos grasa que el choicey 40 por ciento menos grasa que el corte prime.
Entre los cortes de carne menos recomendables se encuentra la carne regular de hamburguesa, que contiene hasta un 30% de grasa; las tocinetas; las salchichas y las costillas.
Sea cual sea tu elección, recuerda quitarle la grasa visible a las carnes o los pellejos a las aves antes de cocinarlas. Si no eliminas la grasa visible, ésta se derrite al cocinarla y se incrusta en la fibra de la carne. Luego es difícil eliminarla, por lo que acabarás consumiéndola. La grasa visible no es recomendable porque constituye un exceso y aumenta el riesgo a sufrir enfermedades del corazón y las arterias.
Aprende cuánto comer y por qué
El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer recomienda no consumir más de tres onzas al día de carne roja. De igual manera, las porciones de carne de res, ave, cerdo o pescado no deben exceder las tres onzas. Dos onzas equivalen a una presa de pollo y tres onzas a un pedazo de carne del tamaño de la palma de la mano.
Tomando en cuenta estas porciones, si se prepara la carne a la parrilla, sólo tiene tres gramos de grasa por porción; frita, 30 gramos. Por consiguiente, es preciso evitar las carnes fritas o ricas en aderezos preparados a base de aceite.
El exceso de grasas, colesterol y bacterias del producto de origen animal se relaciona con varios padecimientos, como las enfermedades cardíacas y arteriales y el cáncer. El tipo de grasa que parece tener peores consecuencias para la salud es la saturada, que justamente es la grasa que a menudo se encuentra en la carne roja, en todos los productos animales o en las grasas como la mantequilla.
Recuerda que la carne, al igual que los demás alimentos, debe consumirse en moderación. Y, si quieres darle un toque de variedad y buena nutrición a tus comidas, también puedes sustituir la carne en algunos platos por frijoles y varios tipos de vegetales.
*Del equipo editorial de MiDieta™
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