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Tarso, una víctima de la esquizofrenia en “India”

Es difícil para Tarso conciliar el mundo de su personalidad, las persecuciones de su madre Melissa, más interesada por las cirugías estéticas que por la enfermedad de su hijo, y vivir en una guerra constante entre el poder, el dinero y los valores del corazón.

La superproducción “India”, como la mayoría de las telenovelas brasileñas, incorporó en su argumento un tema de salud y lo trató en profundidad y hasta el fin. Esta vez fue la esquizofrenia, a través de un torturado Bruno Gagliasso, un actor acostumbrado a personajes complejos: ya había sido el trastornado Ignacio en “Celebridad”.

Tarso, una víctima de la esquizofrenia en “India”
Getty Images

Puntos clave

Según explica la National Alliance of Mental Illness, la esquizofrenia es un trastorno cerebral grave y crónico, que sólo en Estados Unidos afecta a unos 2,2 millones de adultos. Las primeras señales de esta afección suelen aparecer entre los 15 y 25 años. La Organización Mundial de la Salud registra siete tipos distintos de esquizofrenia.

Aún no se conoce con certeza el origen de la esquizofrenia, aunque se cree que se combinan razones químicas, a nivel del funcionamiento del cerebro, y ambientales, durante el desarrollo de la persona. La mayoría de los esquizofrénicos han consumido drogas, al menos una vez en sus vidas. Lo que sí se ha descripto bien sus síntomas:

  • Impide pensar con claridad. Los pacientes sufren alucinaciones o creen que otras personas los están vigilando o conspiran contra ellos.
  • No permite controlar las emociones. Se conoce como “embotamiento emocional”, pierden la capacidad de sentir o relacionarse, no tienen interés en nada, ni en vivir...
  • Obstaculiza los vínculos con otras personas. Muchas veces los esquizofrénicos no pueden hablar con coherencia o llevar una charla lógica.

Es un trastorno mental complejo, que causa miedo y estigma en la familia y los amigos, porque no es fácil de comprender. Lo curioso es que, lejos de lo que se cree, el esquizofrénico no tiene doble personalidad y la mayoría de las personas que la padecen no representan ningún peligro para la sociedad.

Aunque algunos, como Tarso, sí lo son. “Debes soltar al doctor Lucas, me desintegraré si no lo haces, si no saca el chip me desintegraré”, le grita Tarso al doctor Murilo, cuando cree que éste está conspirando para matarlo. Una voz que escucha dentro de su cabeza y que lo atormenta lo incita a dispararle a Murilo. Este es el comienzo de la caída en picada de Tarso y, tal vez, de su recuperación.

Tarso busca ayuda médica, el primer paso para una mejor calidad de vida. Según el Instituto Nacional de Salud Mental, se estima que sólo uno de cada cinco pacientes con esquizofrenia se recupera completamente.

En el pasado, los pacientes esquizofrénicos eran tratados como dementes peligrosos, se los aislaba, se les aplicaba electroshocks, hasta se los esterilizaba y miles fueron asesinados durante regímenes como el del nazismo en Alemania.

Hoy en día, las opciones de tratamientos combinan medicamentos antipsicóticos y la denominada terapia psicosocial, programas con base en la comunidad en donde los pacientes desarrollan habilidades para vivir en forma independiente: se les enseña desde arreglar su casa hasta aprender a manejar bien el dinero. Los casos más críticos necesitan de hospitalización.

En los últimos 25 años se han desarrollado nuevos medicamentos y tratamientos que apuntan a mejorar la calidad de vida del esquizofrénico.

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