Para Emiliano Branciari, vocalista de la banda de rock uruguaya No te va a gustar, la salud es muy importante. Por eso los integrantes de la banda se cuidan cada vez más: tratan de comer lo más sano posible, aunque a veces no sea tan fácil porque pasan mucho tiempo de gira.
A la hora de hacer actividad física, se declara amante del fútbol, y si bien no tiene tantas ocasiones de practicarlo, en cuanto puede sale a patear la pelota. Para estar cada día mejor, el cantante dejó de fumar, dice que es su mayor logro y declara: “Por suerte, ahora ninguno fuma, salvo uno de los técnicos… pero lo mandamos a hacerlo lejos.”
Denis Ramos toca el trombón y adora su país natal. "Uruguay, es un gran país para hacer deporte o correr al aire libre", explica. De todos modos, los miembros de NTVG son 9, y a cada uno le gusta hacer algo distinto. Algunos corren, otros juegan al tenis, al fútbol o al básquet, e incluso hay uno, el trompetista Martín Gil, al que le gusta el waterpolo.
El percusionista Gonzalo "Japo" Castex explica que hoy tratan de adaptarse y tener buenos hábitos, pero es bastante difícil por las giras permanentes. Como van pasando los años siente que hay que cuidarse más, “ya no tenemos 20, cuando comíamos cualquier cosa y no dormíamos nunca”, reflexiona.
Emiliano explica que para desestresarse, cada uno trata de meterse en su mundo, a veces lejos del resto, ya que pasan mucho tiempo juntos. Alejarse, leer, escuchar música o mirar una película, cualquiera de estas cosas ayuda a abstraerse y salirse de esa actividad grupal continua a la que están sometidos. El vocalista también aconseja vivir el día a día, pero no quedarse esperando que las cosas vengan solas ni estar todo el tiempo mirando el pasado.
A la hora de hablar de la comida, ninguno de los tres entrevistados admite ser buen cocinero, pero sí lo es el baterista Diego Bartaburu, que cuenta cómo prepara una rica salsa para la pasta.
El músico-cocinero de la banda rehoga ajo picado en una sartén con aceite de oliva, luego le agrega tomate natural picado y deja cocinar bien. Luego le suma unas hojas de albahaca y un chorrito más de aceite de oliva en crudo. Su secreto es sacar la pasta del agua un minuto antes de que esté del todo cocida, la mezcla con la salsa junto con una buena cantidad de queso parmesano ¡y a comer! Esto sí te va a gustar.
