Soy una madre con tres hijos de 26, 23 y 12 años de edad. Mi hijo mayor sufrió de los riñones desde muy chico y sangrados, mi hija fue operada de un tumor en la cabeza que gracias a Dios fue benigno y dos semanas después mi hijo el menor fue operado de emergencia a corazón abierto. Gracias a Dios todo salió bien.
En ese entonces yo acababa de terminar mi quimioterapia por el cáncer de linfoma que tuve con un tumor de 15 libras en el estómago y estuve a punto de morir pero por el estrés de las dos operaciones de mis hijos, al poco tiempo fui más susceptible y me diagnosticaron cáncer en el seno derecho. 
Puntos clave
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Ahí estuve un año y medio en quimioterapia y me hicieron una completa y radical mastectomía, la cual se me complicó con necrosis y me tuvieron que volver a intervenir por una bacteria, que no me diagnosticaron a tiempo y mi diabetes que también influyó mucho.
Por otra parte, sufro de dolores crónicos muy fuertes por la fibromialgia y tengo una depresión tan fuerte...cada que me veo en el espejo toda deforme me afecta tanto , pero aún así por el cariño y amor a mis hijos sigo adelante aunque cada día para mí es un reto más al cual me enfrento.
Aún así, les digo que para mí la fuerza más grande es el amor que les tengo a mis hijos y como ellos han pasado por enfermedades muy fuertes, soy la primera que le pongo mi ejemplo de cuando se quiere se puede y sobre todo que no hay que perder la fe antes que nada, espero que mi historia les sirva de ayuda a otras personas.
El cáncer es muy traumatizante y las secuelas aún más, pero con amor y la constancia en las visitas al médico para tus chequeos podemos vivir muchos años y dar gracias al Señor por dejarnos vivir y seguir al lado de nuestros seres queridos.
No importa las veces que el cáncer regrese, lo importante es saber vencerlo con fe, esperanza y mucho amor a nuestros seres queridos, pero sobre todo a nosotros mismos para tener la fuerza, saludos a Cristina, me dio gusto que con la ayuda de Dios, superaste tu cáncer.
