Durante una entrevista para el programa de la BBC Radio Steve Wright Big Show, el artista comentó, en tono de broma, que ya disfruta de algunos aspectos de su soltería, como el hecho de comer carne de cualquier animal que pueda matar, como un pez, pero no una jirafa.
Mientras duró su relación con la actriz Gwyneth Paltrow, con quien tuvo dos hijos, el intérprete se unió al vegetarianismo, una práctica que muchos siguen por respeto a la vida de los animales, y por ende evitan consumir carne.
Y aunque se trata de una costumbre que puede tener beneficios para la salud (por ejemplo, se alarga la expectativa de vida, según un estudio hecho por investigadores de la universidad de Loma Linda, en California), para muchas personas, dejar de consumir carne puede llegar a convertirse en todo un martirio.
Lejos de evitar maltratar a un animal, el sabor inigualable que caracteriza a los cortes de carne y su preparación con diversos alimentos es lo que hace que muchas personas, como Martin, vuelvan a consumirla.
¿A qué se debe?
De acuerdo con algunos expertos, el secreto del apego hacia la carne se remonta hacia los primeros años de vida de los consumidores, pues fueron inculcados con esta alimentación, lo cual se convirtió más tarde en un producto de primera necesidad.
“La manera en que nos alimentamos, tiene mucho en que ver con quienes somos”, comenta al respecto Diana Andere, quien es una investigadora con maestría en nutrición que se encarga de analizar los trasfondos que tiene la alimentación de cada persona y cómo ésta influye en los años posteriores.
Esto no quiere decir que todos estén condenados a consumir carne, pues existen ciertas culturas alrededor del mundo en donde este alimento no está muy presente en los platos de sus habitantes.
Pero existen otros puntos específicos del planeta, como Uruguay, en donde los animales son el pan de cada día. De hecho, en dicha área se consumen 94.7 kilos de carne por persona, esto si se hace una sumatoria de todos los animales que se comen al año, de acuerdo con información difundida por el períodico online elmundo.es.
El tema de consumir o no carne ha sido objeto de muchas discusiones y estudios. Por un lado están los que sostienen que vivir sin carne es mucho más beneficioso para el bienestar del organismo. Y por otro están los detractores que se basan en estudios que comprueban la 'toxicidad' de las carnes en el cuerpo.
Los estudios sobre el consumo de carnes rojas y los efectos en la salud están a la orden del día. Una de las últimas investigaciones, realizada por la Clínica Cleveland, encontró que la carnitina -un compuesto presente en las carnes rojas, y en menor medida en las carnes blancas- puede producir bacterias en el intestino, que al entrar en el torrente sanguíneo aumentan el riesgo de padecer problemas cardiacos.
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