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Terribles consecuencias de tragedias de tránsito

"Los primeros tres vagones quedaron uno arriba de otro. Hay gente atrapada, las puertas no se abrían y tuvimos que salir por las ventanas”, contó una de las pasajeras el miércoles 22.

En setiembre de 2011, el mismo ferrocarril Sarmiento atropelló un ómnibus en la estación Flores de Buenos Aires, con el fatal resultado de 11 muertos y más de 200 heridos. 

Terribles consecuencias de tragedias de tránsito
| Foto: THINKSTOCK

Puntos clave

  • Hasta el momento, se registran 50 muertos y cerca de 600 heridos.
  • Cada año, en el mundo mueren 1,2 millones de personas a causa de accidentes de tránsito.
  • El costo en salud y en trastornos mentales es altísimo.

Las lesiones causadas por el tránsito constituyen un importante problema mundial de salud pública. De todos los accidentes con los que las personas habrían de enfrentarse cada día, los de tránsito son los más complejos y peligrosos.

Se estima que cada año, en el mundo, mueren 1,2 millones de personas, alrededor de 3,000 por día en choques en la vía pública. Y hasta 50 millones resultan heridas.

Las proyecciones indican que, sin un compromiso serio, estas cifras aumentarían en un 65%, sobre todo en los países de ingresos medios y bajos, según un relevamiento de la Organización Mundial  de la Salud y del Banco Mundial.

Las lesiones causadas por los accidentes viales representan una pesada carga, no sólo para la economía mundial y de los países, sino también para los hogares: más de la mitad de las víctimas tienen entre 15 y 44 años (se encuentran en plena etapa productiva) y el 73% son hombres. 

Esta pérdida, y el costo añadido de atender a los familiares discapacitados por dichas lesiones, sumen a muchas familias en la pobreza cada año, señala el mismo informe.

Los traumatismos debido a accidentes de tránsito constituyen entre un 30% a un 86% de las internaciones por traumatismos registradas en países de medianos y bajos recursos.

En el caso de padecer traumatismos graves, los costos de rehabilitación son altísimos, y además, casi nadie toma en cuenta el estrés psicológico que causa una tragedia y el sufrimiento padecido por los seres queridos de las víctimas.

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