Unos fármacos inyectados de acción prolongada para el VIH podrían ayudar a los pacientes difíciles de tratar

MIÉRCOLES, 5 de julio de 2023 (HealthDay News) -- Durante casi tres décadas, las pastillas antirretrovirales diarias han ofrecido a los pacientes que viven con VIH una forma altamente efectiva de mantener su infección bajo control.

Pero para algunos pacientes, en particular los que padecen de falta de techo, adicción a las drogas o enfermedades mentales, seguir una rutina de pastillas diarias resulta muy difícil debido a las "prioridades en competencia en sus vidas, como conseguir comida y refugio, o si hay afecciones como la depresión, la ansiedad o el abuso de sustancias", explicó la autora del estudio, la Dra. Monica Gandhi, directora del Centro de Investigación sobre el SIDA USCF-Bay Area (CFAR).

Unos fármacos inyectados de acción prolongada para el VIH podrían ayudar a los pacientes difíciles de tratar

Ahora, hay esperanzas: el equipo de Gandhi acaba de publicar un nuevo estudio, que encontró que casi todos estos pacientes pueden recibir una protección completa con inyecciones de acción prolongada de medicamentos antirretrovirales.

"Muchos pacientes desean una TAR [terapia antirretroviral] inyectable", aseguró Gandhi. "Y es probable que los candidatos ideales sean personas que están cansadas de tomar pastillas, o que no pueden tomar pastillas porque sus vidas tienen demasiadas dificultades".

Gandhi anotó que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. aprobó el primer régimen de TAR inyectable, Cabenuva, en enero de 2021. Como sucede con la TAR oral, la inyección aprobada combina más de un antirretroviral, y en este caso combina cabotegravir (CAB) y rilpivirina (RPV). Las inyecciones se administran una vez al mes, o cada dos meses a una dosis más alta.

Pero hay una salvedad: de momento, la TAR inyectable solo está aprobada para tratar a los pacientes con VIH que tienen su carga viral bajo control.

Esto se debe a que todavía ninguna investigación ha evaluado la efectividad de la TAR de acción prolongada en las personas cuyas cargas virales no están controladas debido a la incapacidad de atenerse a un tratamiento con pastillas.

Hasta ahora. Entre 2021 y 2022, el equipo de Gandhi evaluó el impacto de la TAR de acción prolongada en 133 residentes de San Francisco con VIH. Poco más de dos quintas partes de los participantes (57) no tomaban TAR oral cuando se inició el estudio, y tenían unas cargas virales descontroladas. Los demás participantes (76) usaban TAR cuando se inscribieron, y habían logrado la "supresión viral" con éxito.

Los pacientes tenían de 25 a 68 años, alrededor de 9 de cada 10 eran hombres, y se describió que más o menos un 60 por ciento eran de grupos minoritarios.

Todos estaban recibiendo atención en Ward 86 de la UCSF, una clínica hospitalaria de San Francisco donde Gandhi funge como directora médica.

Ward 86 es una de las clínicas de VIH más antiguas de Estados Unidos. Actualmente, atiende a unos 2,600 pacientes, muchos de los cuales son pobres. La mayoría tienen Medicaid, anotó Gandhi, mientras que alrededor de un tercio se enfrentan a un abuso de sustancias y un tercio carecen de techo.

Al final del estudio, los investigadores encontraron que todos los pacientes que se inscribieron en el estudio con cargas virales suprimidas mediante la TAR oral seguían manteniendo su VIH bajo control con la TAR de acción prolongada.

Los resultados fueron casi igual de buenos entre los pacientes que entraron al estudio con un VIH fuera de control. En este grupo, la TAR de acción prolongada suprimió las cargas virales de VIH en casi un 98 por ciento de los pacientes.

Para muchos de estos pacientes, fue la primera vez que habían logrado controlar su VIH, enfatizó Gandhi, que también funge como jefa asociada de la División de VIH, Enfermedades Infecciosas y Medicina Global del Hospital General UCSF/San Francisco.

En particular, añadió, "a los pacientes que no tenían techo de verdad les gustó no tener que llevar encima una pastilla oral, y recibir la inyección cada uno o dos meses en la clínica".

Gandhi apuntó que ya están trabajando en una investigación de seguimiento de mayor tamaño.

"Con algo de suerte, este ensayo de mayor tamaño logrará que la FDA apruebe los tratamientos de acción prolongada para los pacientes que tienen dificultades para tomar pastillas y son 'virémicos', es decir, que tienen un conteo alto del virus en el cuerpo, antes de comenzar a recibir las inyecciones", planteó.

Por otra parte, Gandhi sugirió que la TAR de acción prolongada podría resultar una opción atractiva para todo el que viva con VIH, independientemente de que cumplir un régimen diario de pastillas sea o no un problema.

"Pero no todos los pacientes desean recibir inyecciones, si no les gustan las agujas", reconoció. "Y muchos pacientes no tienen problemas para tomar una pastilla oral cada día. La terapia inyectable no es para todo el mundo, pero sin duda se debería ofrecer a cualquier paciente con VIH que preferiría las inyecciones".

Los hallazgos se publicaron en la edición del 4 de julio de la revista Annals of Internal Medicine.

El Dr. Simeon Kimmel es coautor de un editorial que se publicó con el estudio, y profesor asistente de medicina de la Facultad de Medicina Chobanian & Avedisian de la Universidad de Boston, además de médico tratante en el Centro Médico de Boston.

Afirmó que los hallazgos son "alentadores". Aun así, Kimmel advirtió que las inyecciones presentan sus propias dificultades, y entre ellas la más notable es garantizar que las dosis se administren según lo programado.

"Si se saltan inyecciones, el virus podría desarrollar resistencia a los fármacos", advirtió.

Pero el estudio, añadió Kimmel, sí sugiere "que con los recursos y respaldos adecuados, los medicamentos de acción prolongada pueden administrarse de forma efectiva a algunos grupos de personas que tienen dificultades de adherencia".

Más información

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. ofrece más información sobre la TAR de acción prolongada.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Monica Gandhi, MD, MPH, director, USCF-Bay Area Center for AIDS Research (CFAR), associate chief, Division of HIV, Infectious Diseases and Global Medicine, UCSF/San Francisco General Hospital and medical director, UCSF Ward 86 HIV clinic; Simeon Kimmel, MD, MA, assistant professor, medicine, Chobanian & Avedisian School of Medicine, Boston University, and attending physician, sections of general internal medicine and infectious diseases, Boston Medical Center; Annals of Internal Medicine, July 4, 2023

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