Un medicamento común para la epilepsia y la migraña no aumenta el riesgo de autismo en la descendencia

JUEVES, 21 de marzo de 2024 (HealthDay News) -- Un medicamento anticonvulsivo común que se usa para tratar la epilepsia, las migrañas y el trastorno bipolar no parece aumentar el riesgo de autismo en los niños expuestos a él en el útero, señala un estudio reciente.

El topiramato no contribuye a ningún riesgo de que los niños desarrollen autismo si sus madres lo tomaron durante el embarazo, informan los investigadores en el New England Journal of Medicine.

Un medicamento común para la epilepsia y la migraña no aumenta el riesgo de autismo en la descendencia

"Nuestros hallazgos proveen la claridad necesaria sobre los posibles impactos en el desarrollo neurológico de este fármaco de uso común", señaló en un comunicado de prensa la investigadora principal, la Dra. Sonia Hernández-Díaz, profesora de epidemiología de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard.

"Aunque nuestros análisis primarios se enfocaron en las madres con epilepsia, el estudio tiene implicaciones para las madres y las futuras mamás que también viven con otras afecciones tratadas con topiramato", añadió.

El topiramato puede tratar la epilepsia y la migraña al calmar los nervios hiperactivos en el cuerpo de una persona, dicen los expertos.

Otro medicamento anticonvulsivo, la lamotrigina, también es seguro para las mujeres embarazadas, encontraron los investigadores.

Sin embargo, un tercer fármaco, el valproato, parece aumentar el riesgo de autismo en los niños, según muestran los resultados. Los resultados de la lamotrigina y el valproato son consistentes con estudios anteriores.

Casi un 11 por ciento de los niños expuestos al valproato en el útero desarrollaron autismo, y el riesgo aumentó a medida que las madres tomaban dosis más altas del fármaco, informan los investigadores.

Los investigadores también anotaron que aunque el topiramato parece ser seguro para el cerebro en desarrollo de un bebé, sigue estando relacionado con un mayor riesgo de paladar hendido en los recién nacidos.

En el estudio, los investigadores analizaron datos de casi 4.3 millones de mujeres embarazadas y sus hijos recolectados entre 2000 y 2020 en dos importantes bases de datos de atención de la salud de EE. UU.

Los niños expuestos al topiramato durante la segunda mitad del embarazo se compararon con los niños que nunca habían estado expuestos a ningún medicamento anticonvulsivo en el útero. Los niños expuestos a lamotrigina y valproato sirvieron como grupos de control.

En general, a los 8 años, los niños nacidos de madres con epilepsia tienen una tasa de autismo duplicada en comparación con la población general, por lo que el control de las convulsiones sigue siendo importante.

Alrededor del 2 por ciento de todos los niños que no estuvieron expuestos a medicamentos anticonvulsivos desarrollaron autismo. Esto se compara con un 4 por ciento de los niños con una madre que tenía epilepsia pero que no tomaba estos medicamentos durante el embarazo.

Alrededor del 6 por ciento de los niños expuestos al topiramato y el 4 por ciento de los niños expuestos a la lamotrigina desarrollaron autismo. Sin embargo, cualquier riesgo adicional de los medicamentos desapareció después de que los investigadores tuvieran en cuenta otras variables.

Los hallazgos se publicaron el 21 de marzo.

Más información

El Instituto de Investigación del Autismo tiene más información sobre el autismo y la epilepsia.

FUENTE: Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, comunicado de prensa, 20 de marzo de 2024

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