¿Podría la marihuana medicinal ser mala para los pacientes cardíacos?

JUEVES, 11 de enero de 2024 (HealthDay News) -- La marihuana medicinal podría ayudar a aliviar el dolor crónico, pero también aumenta ligeramente el riesgo de un paciente de un ritmo cardiaco anómalo peligroso, señala un estudio reciente.

Los pacientes tratados con cannabis medicinal tenían un riesgo casi un 1 por ciento mayor de ser diagnosticados con un problema del ritmo cardiaco que requería monitorización y posible tratamiento, muestran los resultados.

¿Podría la marihuana medicinal ser mala para los pacientes cardíacos?

El riesgo era más del doble que el de los pacientes con dolor crónico que no consumían cannabis, y se produjo a los seis meses de empezar a consumir marihuana medicinal.

"No creo que esta investigación deba hacer que los pacientes con dolor crónico se abstengan de probar el cannabis medicinal si otro tratamiento ha sido inadecuado", planteó el investigador , el Dr. Anders Holt, cardiólogo del Hospital de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca.

"Sin embargo, estos resultados sugieren que podría ser aconsejable una mejora en la monitorización inicialmente, sobre todo en los pacientes que ya tienen un riesgo más alto de enfermedad cardiovascular", añadió en un comunicado de prensa.

La marihuana medicinal ahora está permitida como tratamiento para el dolor crónico en 38 estados de EE. UU., así como en varios países de Europa, anotó Holt.

"Esto significa que cada vez más médicos se encontrarán recetando cannabis, a pesar de la falta de evidencia sobre sus efectos secundarios", dijo.

Para informar mejor sobre estas recetas, Holt y sus colaboradores llevaron a cabo lo que creen que es el primer estudio nacional que investiga los efectos cardiacos de la marihuana medicinal recetada para el dolor crónico.

En el estudio, los investigadores siguieron a casi 5,400 pacientes daneses a los que se les recetó cannabis para el dolor crónico. Se compararon con casi 27,000 pacientes con dolor crónico que no usaban cannabis como tratamiento.

Los pacientes que usaban marihuana medicinal tenían un riesgo de un 0.8 por ciento de ser diagnosticados con un problema del ritmo cardiaco, encontraron los investigadores. Eso es más del doble de probabilidades de alguien que no estaba tomando el medicamento.

Los mayores aumentos en el riesgo ocurrieron entre las personas de 60 años o más, así como entre las que ya habían sido diagnosticadas con una afección crónica como el cáncer, la enfermedad cardiaca, el accidente cerebrovascular o la diabetes, mostraron los resultados.

Pero el estudio no encontró ningún vínculo entre el consumo de cannabis y un mayor riesgo de infarto cardiaco, accidente cerebrovascular o insuficiencia cardiaca, añadieron los investigadores.

"Necesitamos mucha más investigación en esta área. Antes de concluir nada, los resultados de este estudio deben replicarse en otros países y entornos", planteó Holt. "También sería interesante comprender si hay algún vínculo entre el consumo de cannabis a largo plazo y la insuficiencia cardíaca, el accidente cerebrovascular o el síndrome coronario agudo. Esta sería un área importante para aclarar, ya que el dolor crónico puede persistir durante muchos años".

Los resultados muestran que los médicos deben vigilar de cerca los posibles efectos secundarios de la marihuana medicinal, según un editorial que acompaña al estudio, escrito por Robert Page, profesor de farmacia clínica y medicina física en el Campus Médico Anschutz de la Universidad de Colorado en Aurora.

"Estos hallazgos sugieren que el cannabis medicinal podría no ser una opción terapéutica universal para ciertas afecciones médicas", dijo Page, y agregó que los médicos deben considerar las otras enfermedades de un paciente antes de recetar marihuana.

El nuevo estudio aparece en la revista European Heart Journal.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre los efectos de la marihuana en la salud.

FUENTE: European Heart Journal, comunicado de prensa, 11 de enero de 2024

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