Nuevos opioides se están uniendo al suministro de drogas ilícitas y son más potentes que el fentanilo

MARTES, 5 de septiembre de 2023 (HealthDay News) -- En años recientes, la epidemia de opioides se ha agravado con la llegada del fentanilo de calle, una versión ilícita de un poderoso analgésico con receta.


Nuevos opioides se están uniendo al suministro de drogas ilícitas y son más potentes que el fentanilo

Sin embargo, los expertos advierten que la amenaza planteada por el fentanilo puede quedar en segundo plano en comparación con la aparición de un tipo aún más peligroso de opioide sintético que está contaminando el suministro de drogas ilegales: los nitazenos.

Esto se debe a que una nueva investigación encontró que los nitazenos son 1,000 veces más potentes que la morfina y 10 veces más poderosos que el fentanilo.

Esto significa que los nitazenos "son mucho más peligrosos, porque se necesita una menor cantidad de estas drogas para tener el mismo efecto y los pacientes podrían sufrir una sobredosis más fácilmente", explicó la autora del estudio, Alexandra Amaducci, experta en medicina de emergencia y toxicología médica con la Red de Salud de Lehigh Valley-USF Morsani College of Medicine en Bethlehem, Pa.

Además, el equipo de Amaducci descubrió que cuando ocurre una sobredosis de nitazeno, es muy probable que sea más grave y más difícil de tratar que una sobredosis atribuida al fentanilo.

Desarrollados por primera vez como medicamento para el dolor en la década de 1950, los nitazenos finalmente nunca fueron aprobados para uso médico. En las décadas siguientes, las drogas básicamente desaparecieron del radar.

Pero los nitazenos comenzaron a aparecer nuevamente durante los primeros días de la pandemia, cuando se descubrió que las versiones en polvo, tabletas y líquidas del opioide se encontraban en el suministro de drogas de las calles.

Desde entonces, se han identificado aproximadamente 200 muertes por sobredosis relacionadas con nitazeno en América del Norte y Europa, aunque los expertos advierten que esta podría ser una subestimación considerable, debido a la falta de pruebas adecuadas de nitazeno.

Para obtener información sobre la amenaza que representan los nitazenos, el equipo de Amaducci revisó los datos médicos de un pequeño grupo de pacientes que fueron tratados en un departamento de emergencias por una sobredosis de nitazeno en algún momento entre 2020 y 2022.

Los pacientes —cuatro hombres y cinco mujeres— tenían edades comprendidas entre los 20 y los 57 años.

Todos formaban parte de un grupo más grande de aproximadamente 2,300 pacientes con sobredosis, de los cuales 537 se sometieron a pruebas de laboratorio completas. Justo por debajo del 2% (nueve pacientes) dieron positivo por uno de varios opioides de nitazeno (incluyendo brorfina, isotonitazeno, metonitazeno y/o N-piperidinil etonitazeno).

Al mismo tiempo, un grupo ligeramente más grande de 11 pacientes dio positivo por fentanilo.

Luego se evaluó comparativamente la gravedad de la sobredosis, basándose en cuánta naloxona se necesitaba para tratar a cada paciente.

La naloxona es un "antagonista de opioides" que puede revertir y bloquear rápidamente el impacto de los opioides, rescatando a un paciente cuya respiración se ha ralentizado o incluso detenido. Se administra mediante una inyección o por aerosol nasal.

Amaducci dijo que las sobredosis de nitazeno "parecían ser peores que las de heroína y fentanilo", porque los pacientes requerían significativamente más dosis de naloxona para revertir su sobredosis.

El equipo de estudio especuló que la aprobación de regulaciones diseñadas para reducir la producción ilícita de fentanilo puede haber llevado a los narcotraficantes a buscar nuevas drogas que sean más fáciles de producir sin ser detectados.

Cualquiera que sea la razón, Amaducci dijo que su esperanza es que los hallazgos "ayuden a educar a los pacientes y al público en general de que estos están en el suministro de drogas y pueden causar que los pacientes sufran una sobredosis más fácilmente o requieran más tratamiento para revertir la sobredosis."

Los hallazgos fueron publicados en línea el 29 de agosto en JAMA Network Open.

El Dr. Ramin Mojtabai es profesor de salud mental en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins en Baltimore.

Señaló que el desafío es que las personas que consumen opioides ilícitos generalmente no saben que la heroína u otras drogas que creen que están tomando están, en efecto, envenenadas con algo tan potente como los nitazenos.

"Todos los opioides pueden causar paro respiratorio y cardíaco y ser fatales en dosis más altas", reconoció Mojtabai. "Pero con opioides más potentes, estos efectos adversos pueden ocurrir después de usar una cantidad muy pequeña de la droga."

Y el hecho es que "la mayoría de las personas que están expuestas a estos nuevos opioides sintéticos los toman inadvertidamente", enfatizó. "Estas drogas se mezclan con heroína u otras drogas ilícitas que consumen. Como tal, su cuerpo puede no estar acostumbrado a estos opioides muy potentes. Y (por lo tanto) el riesgo de efectos adversos y muerte por sobredosis es mayor con estas drogas."

La receta de Mojtabai: "Necesitamos ver el problema como un tema de salud pública. Los enfoques de reducción del daño, como una distribución más amplia y educación pública sobre naloxona, pueden salvar vidas."

Más información


Hay más sobre nitazenos en la Administración de Control de Drogas de EE. UU.

FUENTES: Alexandra Amaducci, DO, medicina de emergencia y toxicología médica, Red de Salud de Lehigh Valley-USF Morsani College of Medicine, Bethlehem, Pa.; Ramin Mojtabai, MD, PhD, MPH, profesor, departamento de salud mental, Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, Baltimore; JAMA Network Open, 29 de agosto de 2023, en línea.





New Opioids Are Joining the Illicit Drug Supply, and They're More Potent Than Fentanyl

TUESDAY, Sept. 5, 2023 (HealthDay News) -- In recent years, the opioid epidemic has been worsened by the advent of street fentanyl, an illicit version of a powerful prescription painkiller.

But experts now warn that the threat posed by fentanyl may ultimately pale in comparison to the emergence of an even more dangerous type of synthetic opioid that’s now tainting the illegal drug supply: nitazenes.

That’s because a new investigation finds nitazenes are 1,000 times more potent than morphine, which makes them 10 times more power than fentanyl.

That means that nitazenes “are much more dangerous, because it takes a smaller amount of these drugs to have the same effect, and patients could overdose more easily,” explained study author Alexandra Amaducci, an emergency medicine and medical toxicology expert with Lehigh Valley Health Network-USF Morsani College of Medicine in Bethlehem, Pa.

Adding to the risk, Amaducci’s team further found that when a nitazene overdose occurs it's very likely to be more severe — and more difficult to treat — than an overdose attributed to fentanyl.

First developed as a pain medication in the 1950s, nitazenes were ultimately never approved for medical use. In the decades since, the drugs basically fell off the radar.

But nitazenes started to show up again during the early days of the pandemic, when powder, tablets and liquid versions of the opioid were first found to have filtered into the street drug supply.

Since then, roughly 200 nitazene-related overdose deaths have been identified across North America and Europe, though experts caution that this could be a substantial undercount, due to a lack of adequate nitazene testing.

To gain insight into the threat posed by nitazenes, Amaducci’s team reviewed medical data concerning a small group of patients who were treated at an emergency department for a nitazene overdose at some point between 2020 and 2022.

The patients — four men and five women — ranged in age from 20 to 57.

All were part of a larger group of roughly 2,300 overdose patients, of whom 537 underwent full lab testing. Just under 2% (nine patients) tested positive for one of a number of nitazene opioids (including brorphine, isotonitazene, metonitazene and/or N-piperidinyl etonitazene).

At the same time, a slightly larger pool of 11 patients tested positive for fentanyl.

Overdose severity was then comparatively assessed, based on how much naloxone was needed to treat each patient.

Provided via injection or nasal spray, naloxone is an “opioid antagonist” that can quickly reverse and block the impact of opioids, thereby rescuing a patient whose breathing has slowed or even stopped.

By that measure, said Amaducci, nitazene overdoses “seemed to be worse than heroin and fentanyl [overdoses]”, because patients required significantly more doses of naloxone to reverse their overdose.

The study team speculated that the passage of regulations designed to curtail illicit fentanyl production may have caused drug dealers to search for new drugs that are easier to produce without getting caught.

Whatever the reason, Amaducci said her hope is that the findings “help educate patients and the public that these are in the drug supply and can cause patients to overdose more easily or require more treatment to reverse the overdose.”

The findings were published online Aug. 29 in JAMA Network Open.

Dr. Ramin Mojtabai is a mental health professor with the Johns Hopkins School of Public Health in Baltimore.

He pointed out that the challenge is that people who consume illicit opioids typically don’t know that the heroin or other drugs they think they’re taking are, in effect, poisoned with something as powerful as nitazenes.

“All opioids can cause respiratory and cardiac arrest and be fatal at higher doses,” Mojtabai acknowledged. “But with more potent opioids, these adverse effects can happen after using a very small amount of the drug.”

And the fact is that “most people who are exposed to these newer synthetic opioids take them inadvertently,” he stressed. “These drugs are mixed with heroin or other illicit drugs that they use. As such, their body may not be used to these very potent opioids. And [so] the risk of adverse effects and overdose death is higher with these drugs.”

Mojtabai’s prescription: “We need to look at the problem as a public health issue. Harm reduction approaches — such as wider distribution and public education about naloxone — can be lifesaving.”

More information

There's more on nitazenes at the U.S. Drug Enforcement Administration.

SOURCES: Alexandra Amaducci, DO, emergency medicine and medical toxicology, Lehigh Valley Health Network-USF Morsani College of Medicine, Bethlehem, Pa.; Ramin Mojtabai, MD, PhD, MPH, professor, department of mental health, Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, Baltimore; JAMA Network Open, Aug. 29, 2023, online

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