Inflamación crónica más pobreza: una combinación mortal para las personas

MARTES, 16 de enero de 2024 (HealthDay News) -- La inflamación crónica y la pobreza son un doble golpe que aumenta de forma dramática el riesgo de muerte por otro dúo notorio: la enfermedad cardiaca y el cáncer.

Las personas con inflamación crónica que viven en la pobreza se enfrentan a más del doble de riesgo de morir de enfermedad cardiaca, la principal causa de muerte en Estados Unidos, en los próximos 15 años, informa un estudio reciente.

Inflamación crónica más pobreza: una combinación mortal para las personas

También tienen casi el triple de riesgo de morir de cáncer, la segunda causa principal de muerte en EE. UU., señaló el investigador principal, Arch Mainous III, profesor de investigación, gestión y políticas de los servicios de salud del Colegio de Salud Pública y Profesiones de la Salud de la Universidad de Florida.

"Encontramos que la pobreza y los niveles altos de inflamación actúan de forma sinérgica, lo que da a las personas con ambos factores básicamente un doble golpe", señaló Mainous en un comunicado de prensa de la universidad. "Los hace mucho más propensos a morir y en un período de tiempo relativamente corto, solo 15 años".

Es normal que las personas sufran breves periodos de inflamación, que forma parte de la respuesta inmunitaria saludable a corto plazo del cuerpo, explicaron los investigadores en las notas de respaldo.

Pero la inflamación crónica dura meses o años, e investigaciones anteriores han demostrado que puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de salud como cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y enfermedades renales.

Otro estudio de Mainous estima que hasta un 35 por ciento de los adultos de EE. UU. sufren de inflamación crónica, señalaron los investigadores.

La inflamación crónica puede ser causada por una serie de factores diferentes: mala alimentación, estrés, falta de ejercicio, mal sueño, tabaquismo, envejecimiento, obesidad, trastornos autoinmunes o exposición a toxinas.

En el nuevo estudio, los investigadores evaluaron datos de una encuesta nacional regular realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., que combina un cuestionario con pruebas de laboratorio.

El equipo se enfocó en adultos a partir de los 40 años cuyos ingresos familiares eran más bajos que la línea de pobreza de EE. UU. y cuyas pruebas de laboratorio mostraron marcadores elevados de inflamación crónica.

Los investigadores siguieron a estos adultos durante 15 años, utilizando registros de defunción para ver cuántos murieron y por qué causas.

Las personas con inflamación crónica y pobreza tenían un aumento del 127 por ciento en el riesgo de morir de enfermedad cardiaca y un aumento del 196 por ciento en el riesgo de morir de cáncer, en comparación con las personas sin ninguno de los dos factores, muestran los resultados.

Aquellos con solo uno de los factores, ya sea inflamación crónica o pobreza, tenían un riesgo de muerte aproximadamente un 60% mayor.

El nuevo estudio aparece en la edición del 16 de enero de la revista Frontiers in Medicine.

Los resultados resaltan la necesidad de realizar pruebas rutinarias de inflamación crónica, sobre todo en las poblaciones vulnerables, dijo Mainous. En la actualidad no existen directrices para este tipo de detecciones.

"Los investigadores han estado estudiando la inflamación crónica durante 25 años y tenemos muchos datos sobre su papel en la vía de la enfermedad y la mortalidad", dijo Mainous. "Sabemos que es un problema, pero no hacemos nada al respecto".

"Necesitamos trasladar la ciencia básica sobre la inflamación crónica al consultorio del médico a través de la creación de directrices de detección para que los médicos puedan identificar la inflamación crónica en sus pacientes y trabajar para tratar las causas subyacentes", añadió Mainous.  "Es hora de ir más allá de documentar los problemas de salud que puede causar la inflamación para tratar de solucionar estos problemas".

Más información

La Clínica Mayo ofrece más información sobre la inflamación crónica.

FUENTE: Universidad de Florida, comunicado de prensa, 16 de enero de 2024

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