¿Debo tenerle miedo al Ébola?

Por ahora, las personas con mayor riesgo de contraer el virus son los habitantes que están en contacto con personas infectadas de la zona de África donde se ha diseminado el virus y los profesionales de salud que están en contacto con enfermos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

El reciente brote de Ébola que comenzó en marzo de 2014 es el más mortal que se ha registrado hasta ahora, tiene en vilo a África central y occidental y está planteando nuevas preocupaciones sobre la propagación de la enfermedad.

¿Debo tenerle miedo al Ébola?
Getty Images | Foto: GETTY IMAGES

En el contexto actual, los expertos aseguran que el virus no saldrá de África, aunque funcionarios de la OMS reconocen que el cuadro de situación podría durar muchos meses y que "es el mayor registrado nunca antes, por el número de casos, muertes y expansión geográfica".

Voceros de "Médicos Sin Fronteras", una de las pocas organizaciones que ayuda a tratar a las personas infectadas en África occidental, dijeron que "la escala de la actual epidemia no tiene precedentes en cuanto a la distribución geográfica, a la cantidad de gente infectada y de muertos”. Y advirtieron que existe un riesgo real de que la epidemia se propague más allá de los 60 lugares en que hay personas enfermas.

Pero algunos médicos no coinciden. Tom Geisbert, microbiólogo de la Universidad de Texas, consultado por CBC News sobre el riesgo de que alguien que proviene de la zona afectada traslade el virus y provoque un brote en América del Norte o Europa, expresó que él lo considera “extremadamente bajo”, aunque reconoce que este brote "está ocurriendo en una amplia área geográfica y eso hace difícil la cuarentena y el quemado aséptico de los cadáveres".

¿Puede viajar el Ébola en los aviones? No se sabe bien, pero un estudio realizado en 2009 por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades no encontró evidencia de transmisión aérea del virus.

¿Cómo se contagia el Ébola?

El virus se introduce en la población humana por el contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados.

Posteriormente, el virus se propaga en la comunidad mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel) con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos, informa la OMS.

Las ceremonias de inhumación en las cuales los integrantes del cortejo fúnebre tienen contacto directo con el cadáver también pueden ser causa de transmisión. Los hombres pueden seguir transmitiendo el virus por el semen hasta siete semanas después de la recuperación clínica.

Por eso, la OMS recomienda: “Cuando tengan contacto estrecho (menos de 1 metro) con pacientes con Ébola, los profesionales sanitarios deben protegerse la cara (con máscara o mascarilla médica y gafas) y usar bata limpia, aunque no estéril, de mangas largas y guantes (estériles para algunos procedimientos).

Quienes trabajan en el laboratorio también corren riesgo. Las muestras tomadas a efectos de diagnóstico de personas o animales con infección presunta o confirmada por el virus del Ébola deben ser manipuladas por personal especializado y procesarse en laboratorios adecuadamente equipados.

Por estos motivos, es importante que los profesionales sanitarios observen en todo momento y en todos los centros, las precauciones necesarias. Entre ellas, se encuentran la higiene básica de las manos, la higiene respiratoria, el uso de equipos de protección personal (en función del riesgo de salpicaduras u otras formas de contacto con materiales infectados) y las prácticas de inyección e inhumación seguras, concluye la OMS.

Síntomas del Ébola

El virus causa fiebre hemorrágica viral (FHV), un grupo de virus que afecta a múltiples sistemas de órganos en el cuerpo y a menudo se acompaña de sangrados, informan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Los primeros síntomas del virus son: aparición repentina de fiebre, debilidad, dolor muscular, dolores de cabeza y dolor de garganta. Estos síntomas pueden aparecer entre los 2 y 21 días después de la infección. Los signos se parecen una versión extrema de las señales de la gripe: intenso dolor muscular, fatiga, fiebre alta. Sin embargo, pronto aparecen las diferencias, con un salpullido que comienza a cubrir todo el cuerpo.

De ahí en más, sucede una debacle feroz. La persona comienza a sangrar por todos sus orificios -boca, oídos, ojos, ano- y en el 95% de los casos sobreviene la muerte porque el cuerpo colapsa.

Aún no hay un tratamiento eficaz, y por ende la cura para este virus. La única medida es el aislamiento del paciente, y cuidados paliativos que alivien los síntomas.

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