En el test sanguíneo se buscarían ciertos anticuerpos producidos por algunas mujeres con diferentes grados de lesiones en el útero y cuya presencia dictaminaría de manera temprana el riesgo de padecer cáncer cervical.
Este tipo de cáncer se asocia principalmente con las infecciones por el Virus de Papiloma Humano (VPH). Comienza como un desarrollo anormal de las células en los tejidos del cuello uterino y puede convertirse en un crecimiento precanceroso de células, explicó la doctora María de Lourdes Gutiérrez Xicoténcatl, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) de Morelos y quien encabezó el estudio.
Puntos clave
- La nueva prueba diagnóstica superaría la eficacia del Papanicolau.
- La prueba se basa en la respuesta inmune durante la infección por Virus del Papiloma Humano.
- A nivel mundial, el cáncer cervical es el tercer cáncer más común en las mujeres.
Resaltó que “más del 70% de estas lesiones tempranas son regresivas de manera espontánea y no requieren tratamiento; sin embargo, el reto del diagnóstico del cáncer cérvico uterino es poder identificar tempranamente al 30% de las mujeres que no son capaces de remediar la lesión y se encuentran en alto riesgo de progresión hacia cáncer”.
Para que una mujer desarrolle cáncer cervical tiene que haberse contagiado con alguno de los tipos “agresivos” del Virus del Papiloma Humano (VPH), de los cuales, 16 y 18 son los que causan lesiones en la superficie del cuello de la matriz, que posteriormente evolucionarán a cáncer. Ante ello, el cuerpo humano genera una respuesta inmune instantánea e incrementa la producción de anticuerpos para atacar al organismo patógeno invasor.
“En nuestro laboratorio hemos venido trabajando con la respuesta inmune de anticuerpos contra proteínas virales que son expresadas tempranamente durante la infección por VPH, y hemos seleccionado a la proteína E4 del VPH tipo 16 (VPH16) que se asocia a la replicación viral –lo que implica actividad del virus–, y a la proteína E7 del VPH16, que se expresa de manera importante durante el proceso oncogénico”, explicó la especialista en biología celular integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
Sistema de diagnóstico
El sistema utilizado en esta investigación se basa en la prueba ELISA (del inglés Enzyme Linked Immunosorbet Assay), el cual consiste en utilizar placas de 96 pozos en donde se pegan las proteínas virales E4 y E7 de VPH16. Después estas proteínas virales son puestas en contacto con los sueros de las mujeres que han sido infectadas o presentan algún tipo de lesión en el cérvix uterino, lo cual dará una respuesta positiva para la presencia de anticuerpos contra las proteínas del VPH. Los anticuerpos del suero que queden absorbidos en la placa de 96 pozos, específicos contra VPH, serán revelados a través de una reacción colorimétrica.
Los resultados obtenidos hasta ahora por el equipo de la doctora Gutiérrez Xicoténcatl demostraron que la presencia de anticuerpos contra la proteína E4 de VPH16 se asocia a lesiones tempranas en el cuello uterino, mientras que los anticuerpos contra la proteína E7 se asociaron a mujeres con lesiones graves en el epitelio y con la posibilidad de que se transforme en cáncer.
Este sistema de diagnóstico, explicó la investigadora, permitirá complementar el diagnóstico que se lleva a cabo a través de la prueba de Papanicolau y la detección de ADN del virus del papiloma, con lo que se garantizará un diagnóstico oportuno y completo de lesiones tempranas del cérvix uterino.
Cáncer cérvico uterino
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, a nivel mundial, el cáncer cervical es el tercer tipo de cáncer más común en las mujeres y casi todos los cánceres cervicales son causados por el virus del papiloma humano (VPH), un virus común que se disemina a través de las relaciones sexuales. El cuerpo de la mayoría de las mujeres es capaz de combatir la infección de VPH. Pero algunas veces, el virus conduce a un cáncer. Las mujeres que tienen mayor riesgo son las que fuman, las que han tenido muchos hijos, las que han utilizado pastillas anticonceptivas por mucho tiempo o las que tienen una infección por VIH.
Cuando el cáncer de cuello uterino se detecta en sus etapas iniciales, sus posibilidades de tratamiento son muy altas y está asociado a una larga supervivencia y buena calidad de vida.