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Para prevenir un derrame cerebral, ¡a caminar!

La investigación resalta que para obtener esos beneficios no se necesita andar a una gran velocidad, toda vez que caminar a un paso moderado tiene más ventajas que correr en lo que se refiere a disminuir el riesgo de padecer alta presión arterial, colesterol malo y diabetes.

Para llegar a dicha conclusión, los especialistas encabezados por el Dr. Paul T. Williams, científico del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de la División de Ciencias de la Vida, analizaron los datos de dos grandes grupos de estudios que se siguen en Estados Unidos: el National Runners’ Health Study, que observa el estado de salud de más de 33,000 corredores, y el National Walkers’ Health Study, que monitorea la salud de más de 16,000 caminantes y que contienen información sobre edad, estilo de vida y alimentación.

Para prevenir un derrame cerebral, ¡a caminar!
| Foto: SHUTTERSTOCK

Puntos clave

  • Caminar a paso moderado más de 150 minutos a la semana tendría grandes beneficios.
  • Al caminar se reduce la presión arterial, el nivel de colesterol y el riesgo de diabetes.
  • Participantes que caminaron más tenían tres veces menos riesgo de morir que el resto.

Los participantes del estudio oscilaban entre los 40 y los 50 años de edad. Los hombres representaban el 21% de los caminantes y el 51.4% de los corredores y los especialistas se concentraron en examinar las cifras del tiempo invertido en la actividad, la distancia total recorrida y el gasto metabólico.

Los resultados mostraron que el 23% de los participantes no caminaba lo suficiente, el 16% cumplía estrictamente las directrices marcadas por los médicos del programa y el resto (61%) andaba más de lo que le recomendaban. Según sus hallazgos, las personas que caminaban más de lo recomendado (150 minutos a la semana, o 30 minutos diarios) ya fueran por costumbre o por exigencias de la dieta, tenían tres veces menos riesgo de morir que el resto de los participantes.

Al comparar el gasto de energía, el diagnóstico médico de hipertensión, la hipercolesterolemia, la diabetes y las enfermedades coronarias, los científicos encontraron que caminar redujo el colesterol alto en 7%, la diabetes en 12.3% y la enfermedad coronaria en 9.3 por ciento.

“Caminar ofrece un montón de beneficios para la salud, pero es importante tener en cuenta que las personas que más caminan son las que están más sanas y, por tanto, son capaces de ser más activas”, destacó Paul T. Williams.

Cuando caminamos un poco rápido, no como si se paseara, se reduce la presión arterial, el nivel de colesterol en sangre y el riesgo de desarrollar una diabetes, la disminución de estos tres factores implica una reducción en el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular (ECV), aseguró.

La inactividad pasa factura

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía. Ello incluye los deportes, el ejercicio y otras actividades, tales como el juego, el caminar, las tareas domésticas, la jardinería o el baile.

Advierte que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial (6% de las muertes registradas en todo el mundo). Además, es la causa principal de aproximadamente hasta del 25% de los cánceres de mama y de colon, el 27% de los casos de diabetes y aproximadamente el 30% de la carga de cardiopatía isquémica.

La OMS asegura que las personas físicamente activas tienen menor frecuencia de cardiopatías coronarias, hipertensión arterial, accidentes vasculares cerebrales, diabetes, cáncer de colon y mama, depresión; así como, menos riesgo de caídas y fracturas vertebrales o de la cadera y más probabilidades de mantener un peso saludable.

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