Acostarse un poco antes provee un gran aumento en el total de horas de sueño de los adolescentes

LUNES, 12 de junio de 2023 (HealthDay News) -- Irse a la cama más temprano es una forma de que los adolescentes obtengan el sueño que necesitan, sugiere una nueva investigación.

Los investigadores admiten que quizá sea más fácil decirlo que hacerlo. Pero su estudio muestra que si puede lograr que los adolescentes se vayan a la cama más temprano, cada hora adicional que pasan en la cama aumenta el tiempo que duermen en 41 minutos.

Acostarse un poco antes provee un gran aumento en el total de horas de sueño de los adolescentes

"La idea de que hay un retraso de la fase circadiana que previene que los adolescentes se vayan antes a la cama no es cierta", aseguró el investigador principal, Ian Campbell, científico de proyecto del departamento de psiquiatría y ciencias conductuales de la Universidad de California, en Davis.

El retraso de la fase circadiana ocurre cuando el patrón de sueño se retrasa dos horas o más respecto al patrón de sueño convencional, lo que hace que la persona se vaya a dormir y se despierte más tarde.

Cuando los niños entran en la adolescencia, unos cambios en el sueño y en los ritmos circadianos hacen que sea más fácil que los adolescentes se queden despiertos más tiempo de noche. Dormir menos resulta en somnolencia diurna, un mal rendimiento escolar, y problemas conductuales y de la salud mental, advirtió Campbell.

Los adolescentes han estado durmiendo menos, comentó, y los teléfonos inteligentes, tabletas, juegos y una mayor presión escolar contribuyen una reducción en el sueño.

La meta del equipo de Campbell es averiguar la cantidad ideal de sueño que se necesita en las distintas etapas de la vida para lograr el mejor rendimiento escolar.

En lugar de comenzar la escuela más tarde, que se ha sugerido como una forma de lograr que los niños duerman más, pedir a los adolescentes que se vayan antes a la cama podría funcionar, planteó Campbell.

"Este artículo salió de nuestro estudio, sobre cómo las necesidades de sueño cambian a lo largo de la adolescencia, y el objetivo principal de esto es alterar la duración del sueño al ampliar el tiempo que se pasa en la cama en tres condiciones distintas de tiempo en la cama (siete, 8.5 y 10 horas en la cama), y observar cómo esto afecta al rendimiento diurno", comentó.

Los resultados finales sobe los mejores patrones de sueño para los adolescentes no están completos, apuntó Campbell. Todavía no está claro cuánto tiempo los adolescentes necesitan dormir, ni cuál es la mejor hora para irse a la cama y despertarse.

"Pero pensamos que valía la pena informar a las personas que tuvimos éxito con el hecho básico de que podemos aumentar la duración del sueño al adelantar la hora de irse a la cama", explicó.

En el estudio, Campbell y sus colegas reclutaron a 77 niños de 10 a 16 años, a quienes se estudió durante tres años. Además, estudiaron a otro grupo de 67 participantes que tenían de 15 a 21 años. Ese grupo se estudió una sola vez.

Anualmente, los participantes estuvieron en la cama cuatro periodos predeterminados (de siete, 8.5 y 10 horas) durante cuatro noches consecutivas. También mantuvieron la misma hora para levantarse.

Los investigadores encontraron que, en la cuarta noche, el sueño promedio aumentaba en más de una hora, a medida que el tiempo en la cama se incrementaba de siete a nueve horas, y que aumentaba una hora adicional con 10 horas en la cama.

Aunque los adolescentes dormían un poco menos a medida que su edad aumentaba, irse a la cama más temprano aumentó el sueño, sin importar la edad, anotaron los investigadores.

Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 12 de junio de la revista Pediatrics.

A pesar del hallazgo, un experto teme que sea difícil lograr que los adolescentes se vayan antes a la cama, dado todo lo que tienen que hacer y todas las distracciones a las que se enfrentan.

"Mi mayor preocupación es que hay que incentivar a estos adolescentes para que se vayan a la cama lo antes posible, porque un 90 por ciento de las veces no se trata solo de la biología, sino también del ambiente", observó el Dr. Sanjeev Kothare, jefe de neurología pediátrica del Centro Médico Pediátrico Cohen, en New Hyde Park, Nueva York.

"El cambio circadiano ocurre, pero, lamentablemente, todos los dispositivos electrónicos y las redes sociales y la tecnología mantienen a los adolescentes ocupados durante más tiempo", enfatizó.

Los adolescentes necesitan entre ocho y 8.5 horas de sueño cada noche, dijo Kothare. "Y hay algo seguro, sabemos que no dormir las horas adecuadas en los días de semana e intentar compensar en los fines de semana mediante siestas y al dormir más tiempo en realidad no funciona", añadió.

Comenzar la escuela más tarde es una buena idea, pero está llena de problemas, desde las dificultades para fijar los horarios de los autobuses hasta los horarios laborales de los padres, indicó Kothare.

"El problema es si se puede incentivar a estos adolescentes de alguna forma para que apaguen todas sus fuentes de luz azul y se metan en la cama, para que duerman más horas por noche", apuntó Kothare. "Si se les puede convencer de que es posible y de que hay una recompensa por hacerlo, lo harán".

Más información

Aprenda más sobre los adolescentes y el sueño en la Sleep Foundation.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Ian Campbell, PhD, project scientist, department of psychiatry and behavioral sciences, University of California, Davis, Sacramento; Sanjeev Kothare, MD, chief, pediatric neurology, Cohen Children’s Medical Center, New Hyde Park, N.Y.; Pediatrics, June 12, 2023, online

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