A dónde va la grasa cuando bajamos de peso

Cuando bajas de peso ¿a dónde va a parar esa grasa? Un trabajo realizado  por la Escuela de Biotecnología y Ciencias Biomoleculares de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sydney, Australia, reveló que la respuesta puede llegar a ser muy diferente de la que imaginas. 

Durante el estudio los investigadores rastrearon el destino de cada átomo de grasa perdida, y demostraron que no se elimina a través del sudor ni en forma de energía como cree la mayoría, sino que se exhala. Esto significa que la mayor parte de la grasa se pierde… respirando.

A dónde va la grasa cuando bajamos de peso

En las investigaciones, la mayor parte de los médicos, entrenadores y expertos en nutrición no pudieron dar la respuesta correcta, y se puso en evidencia la ignorancia y confusión que hay sobre los procesos metabólicos involucrados en la pérdida de peso. 

Más de la mitad de los 150 médicos, nutricionistas y entrenadores encuestados declararon que las grasas perdidas se convierten en calor o energía. Y algunos llegaron a decir que los metabolitos de la grasa se excretan a través de las heces o se convierten en músculo. 

Andrew Brown, director de la universidad, y Ruben Meerman, líder de la investigación, explican que la respuesta correcta es que la mayor parte de la masa perdida es espirada en forma de dióxido de carbono. Es decir, que se pierde en el aire. Meerman, físico de profesión, decidió llevar a cabo esta investigación inspirado en una experiencia personal. Y explica que en 2014 bajó 33 libras (15 kg), y quiso saber a dónde se habían ido. 

En su investigación, los investigadores demostraron que perder 22 libras (10 kg) de grasa requiere inhalar 64 libras (29 kg) de oxígeno.  Si seguimos átomo a átomo el destino de 22 libras (10 kg) de grasa perdida, resulta que 18 libras (8,4 kg) son exhaladas en forma de dióxido de carbono a través de los pulmones. Las otras 3,5 libras (1,6 kg), se convierten en agua que el cuerpo elimina a través de la orina, las heces, el sudor, las lágrimas y otros fluidos corporales.

Una de las dudas más frecuentes identificadas por Meerman y Brown fue si es cierto que con respirar más se puede perder peso. La respuesta es que no: lamentablemente, respirar más de lo que demanda el metabolismo de una persona solo producirá episodios de hiperventilación, mareo e incluso pérdida del conocimiento.

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