Omega 3 para insulina y glucosa bien reguladas

De acuerdo a la investigación publicada en la revista Nature Medicine, la molécula encontrada imita algunos de los efectos del ejercicio físico sobre la regulación de la glucosa en sangre.

Los científicos refieren que si bien, ya se sabía que los ácidos grasos omega 3 pueden ayudar a reducir la resistencia a la insulina provocada por una dieta alta en grasas saturadas gracias al efecto de un lípido bioactivo llamado protectin D1, al investigar más a fondo se encontró que otro miembro de la misma familia llamada DX Protectin (PDX) activa la producción y liberación de una proteína llamada interleucina 6 (IL-6) en las células musculares, una respuesta que también se produce durante el ejercicio físico.

Omega 3 para insulina y glucosa bien reguladas
| Foto: SHUTTERSTOCK

“Una vez en el torrente sanguíneo, la IL-6 controla los niveles de glucosa de dos maneras: indica al hígado la disminución de la producción de glucosa y actúa directamente sobre los músculos para aumentar la captación de glucosa”, detalló el Dr. André Marette, líder de la investigación en un comunicado difundido por la Universidad Laval.

Nueva estrategia terapéutica

Los investigadores compararon los efectos sobre ratones que carecían del gen de la IL-6 para demostrar el vínculo entre las PDX e IL-6. Además, en las pruebas realizadas en ratas diabéticas obesas, las PDX demostraron mejorar la capacidad de respuesta a la insulina, la hormona que regula la glucosa en sangre.

"El mecanismo de acción descrito para las PDX representa una nueva estrategia terapéutica para mejorar el control de glucosa. Su eficacia puede ser comparable con la de ciertos fármacos prescritos actualmente para controlar la glucemia", aseguró Marette.

Aunque las PDX parecen imitar el efecto del ejercicio físico mediante la activación de la secreción de IL-6 en los músculos, Marette advirtió de que no es un sustituto de la actividad física. “El ejercicio tiene beneficios cardiovasculares y otras hormonas que van mucho más allá de sus efectos metabólicos en los músculos”, puntualizó.

La Universidad Laval presentó una solicitud de patente para las PDX y sus aplicaciones terapéuticas. "Para nosotros, el siguiente paso consiste en demostrar los efectos antidiabéticos en seres humanos y determinar el receptor a través del cual actúan las PDX ", concluyó el investigador.

Los estudios han demostrado que los ácidos grasos omega 3 son beneficiosos para el corazón de la gente sana, de aquellos con alto riesgo cardiovascular o de aquellos que ya sufren de una enfermedad cardiovascular.

La temible diabetes

La diabetes se ha convertido en una epidemia que afecta a casi 350 millones de personas en todo el mundo según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se prevé que se convierta en la séptima causa de muerte en 2030 y el número de casos alcance los 552 millones, o un adulto de cada 10 en el mundo.

Según las estadísticas de la ADA, unos 22.3 millones de personas en los Estados Unidos (hombres, mujeres y niños) han sido diagnosticados con diabetes, es decir, casi el 7% de la población total y 5 millones más que en 2007. Se estima que 6 millones de personas tienen diabetes pero no lo saben y se prevé que unas 44 millones de personas desarrollen la enfermedad en los próximos 15 años.

Para la ADA, las complicaciones de la diabetes representan una carga del 5 al 10% del presupuesto de salud de un país. En el 2012, en los EE.UU. se gastaron 245 mil millones de dólares en costos médicos directos, lo que incluye la atención hospitalaria y de emergencias, las consultas médicas y los fármacos. De esa cantidad, 69 mil millones de dólares representan los costos indirectos, lo que incluye una menor productividad en el trabajo o productividad perdida, así como la muerte prematura.

La ADA indica que es la cuarta causa de muerte a nivel mundial y que las personas diagnosticadas con diabetes tipo 2 morirán de 5 a 10 años antes que las personas sin diabetes debido a enfermedades cardiovasculares.

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