Maíz azul, poderoso contra enfermedades

Investigadores del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la Facultad de Química de la UNAM, dirigidos por Arturo Navarro Ocaña, descubrieron que los maíces criollos de Tlaxcala tienen los contenidos más altos de componentes denominados antocianinas (poderosos antioxidantes que protegen las células de los efectos de los radicales libres), que dan el color morado, azul o negro a los granos y una buena cantidad de ácido ferúlico (otro poderoso antioxidante asociado con beneficios contra el estrés oxidativo).

Además, el maíz azul es fuente de prebióticos, es decir, de los componentes orgánicos (no microorganismos) que ejercen efectos promotores de la salud mediante el mejoramiento de las características de la flora intestinal, llamados arabinoxilanos o xilanos, “prebióticos de nueva generación”.

Maíz azul, poderoso contra enfermedades
Cortesía UNAM

El consumo de maíz, destacó Navarro Ocaña, brinda una serie de compuestos que protegen contra cierto tipo de enfermedades crónicas. Los componentes responsables de esos beneficios se les conoce como compuestos bioactivos o biológicamente activos, que son metabolitos secundarios que las plantas producen para diferentes fines; por ejemplo, para protegerse de la luz ultravioleta, de sus depredadores o para atraer a sus polinizadores, así como para otras funciones biológicas.

En concreto, el maíz contiene fibra dietética, esteroles, antioxidantes y adicionalmente, en los pigmentados amarillos, altas concentraciones de carotenos, y en los rojos, azules y morados, antocianinas. “Estos compuestos están involucrados en la inhibición de patologías, por ejemplo, en la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes o aquellas asociadas al estrés oxidativo; estos componentes ayudan a bajar los niveles de azúcar o colesterol y suministrando antioxidantes”, añadió.

El poderoso maíz azul

Una investigación realizada por científicos de la Universidad japonesa Doshisha, Kyoto, mostró que los fitoquímicos del maíz azul tienen efectos sobre la obesidad y la diabetes. En el estudio se tomaron 2 grupos donde se les administró una dieta rica en grasa, a uno de ellos además se le dio los pigmentos del maíz.

Los resultados revelaron que el grupo que consumió el pigmento no ganó peso, no presentó hipertropfia de los adipocitos (crecimiento de las células grasas), no presentó hiperglicemia (niveles elevados de glucosa en sangre), ni hiperinsulinemia (mucha insulina en sangre, típico en cuadros prediabéticos o hiperleptinemia (niveles altos de leptina, que sirve como marcador de diabetes).

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